La adopción de maricones y lesbianas: El pastelazo al Arzobispo Íñiguez

La Iglesia católica, han sentido el pastelazo de que su apelación contra el derecho de aquellos a quienes llaman desviados, maricones y lesbianas, presentada por el conservador Partido Acción Nacional -más preocupado por cuestiones religiosas que por el tema de seguridad y desempleo que agobia el país- se les haya "volteado".

El arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, en una muestra de intolerancia y encono, manifestó su encono contra la re-afirmación de la validez constitucional de los matrimonios gay y con ello la posibilidad de adopción. Cuyo carácter será respetado en toda la república. Incluso insinuando que los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) hayan sido sobornados por el gobierno del Distrito Federal:

“Es una aberración ... ¿A ustedes les gustaría que los adopten una pareja de maricones o lesbianas? Yo creo que (los jueces) no llegan a esas conclusiones tan absurdas que van contra el sentimiento del pueblo de México si no es por motivos muy grandes... Y el motivo muy grande puede ser el dinero que les dan”.

“Todo ese paquete de propuestas es del PRD o de las izquierdas en el mundo, está propuesto por los grandes capitalistas”. Algo bastante curioso cuando es el PAN y no el PRD el partido que tiene una doctrina neoliberal, mientras que a este último se le acusa de socialista.

“La Suprema Corte es la suprema decepción, porque no saben a qué irle, porque uno detrás de otro sus dictámenes han sido equivocados y en contra de la verdad y en contra de México y de la familia”, arremetió.

Mientras el prelado manifestaba su férrea posición contra los homosexuales, un grupo de manifestantes, que se encontraban a las afueras de la Arquidiócesis de Aguascalientes, gritaba consignas que calificaban como pederastas a los religiosos.

El 5 de agosto de 2010, ya la Corte ya había determinado que los matrimonios entre personas del mismo sexo -que se realicen en Ciudad de México- deben ser reconocidos en el resto del país, sin que ello implique que el resto de los estados mexicanos tenga que permitir que en su territorio se celebren bodas gay.

La declaración del Arzobispo recibió fuertes críticas por parte de los magistrados y el jefe de gobierno del Distrito Federal, amenazando con una demanda por difamación si es que el Arzobispo no presenta prueba sobre sus dichos, que de buenas a primeras parecen patadas de ahogado.