Ajin (2016): Reseña y crítica de la serie de anime

Y llega por fin la adaptación de Ajin: El semi-humano, manga seinen escrito por Gamon Sakurai que ya ha recibido una adaptación a formato de película, estrenándose la primera de tres llamada Ajin Parte 1: Shoudou (2015).

La historia nos habla de las aventuras de Kei Nagai, quien vive en un mundo donde seres inmortales conocidos como Ajin han sido desarrollador y los gobiernos del planeta están interesados en obtener la vida eterna, aunque dicho sea de paso, son considerados terroristas y son perseguidos sin piedad.

Sin duda no es el anime más revolucionario de la historia rayando en las típicas tramas del reino del shonen y genéricas del seinen, siendo enteramente 3D CGI, pero si quieres variedad y algo fuera de las series de fantasía de inicios de año, esta es una opción.

Ustedes le encontrarán el parecido artístico con los Caballeros de Sidonia y eso se debe exclusivamente al hecho de que Polygon Pictures es la que realiza la adaptación de ambas y pues recicla.

Trama
Existe en el mundo una raza de seres inmortales llamados Ajin, que se les conoce como el Ejército de dios, vemos un grupo de sujetos intentado matar a uno de ellos, aunque se regeneran, los países del mundo se pelean por capturarles.

Kei Nagai es un estudiante de preparatoria típico y alejado de cualquier problema, se prepara para ser médico y vive la presión de sus padre para que sea alguien.

Incluso si esto le representa sacrificar a Kaito, su viejo amigo de la infancia para mantenerse en el grupo a quien califica de raro.

Sin saber la razón de que les expliquen sobre los Ajin en clase, el profesor "nos explica" que los ajin son soldados inmortales que pertenecían al llamado Ejército de Dios y que hace 17 años fueron descubiertos en África por los Estados Unidos, que no pudieron ocultar el secreto.

Los ajin no son considerados humanos y son categorizados como terroristas.

Recuerda un episodio de su pasado donde ve una extraña cosa que aparece a su lado y luego desaparece.

Sus defectos de inseguridad y falta de lealtad se originan en su madre, la gran responsable de que ya no se hable con Kaito, por lo cual le guarda rencor.

Las cosas cambiarán para Kei cuando es atropellado y muerto, arrancado de su apacible y conformista vida sufrirá en carne propia un mundo aislado, pues Kei es un Ajin y resucita.

La policía entera de Japón le persigue y no dudan en dispararle, Kei es una figura conocida en todo el país, exhibiéndose su cara en todos los sitios, es ahora el raro.

La única persona a que podrá recurrir es al amigo que tanto había negado.

Calificación: 7.9/10

Crítica
Tiene escenas cinemáticas bastante buenas, ya el inicio es destacable en el montaje y ejecución de la escena, sus defectos están en la prontitud con la cual plantean las relaciones de Kei, así como la coherencia del mismo personaje, que pasa de ser una persona sin carácter para mantenerse ante los deseos de su madre y del grupo, para luego convertirse en un chico decidido a sobrevivir.

La explicación de los ajin se relacionan a esos avatares que aparecen tras de ellos en ciertos momentos de su vida relacionados a la experiencia de la muerte o cuando estos, valga la redundancia, mueren, tal si fuera Highlander: El inmortal (1986), si bien es cierto que la escena de que estos pudieran afectar su mente se sobreentiende.

No me gusta que las cosas salgan de la nada o que se usen como meros mecanismos para enseñarle la historia al espectador, como ocurre con la escena de la escuela; han pasado 17 años y hay muy pocos casos en Japón para ser una historia relevante y que no se haya absorbido por el público hasta olvidarse de ello como pasa con todo siempre. Lo mismo ocurre con Kaito, quien mantiene una amistad con un chico que le dio el portazo hace varios años atrás y Kaito.

Kei se rodea de chicos sin carisma y se pretende decir que un chico guapo, seguro de sí mismo y que maneja moto es el raro...

Los típicos personajes misteriosos y organizaciones secretas que protegen a los seres poderosos de turno, además del nombre típico que recibe la enfermedad o condición del McGuffin bajo el cual se mueve la serie, para este caso Ajin, que suena como el inglés aged y que nunca se explicará como ocurre con Parasyte: The Maxim.

Si buscabas una serie de acción y seres oscuros con ganas de sangre, esta es tu serie, aunque no la mejor o entre las series de anime más sobresalientes de la temporada.

Recomendable.