De Egipto a Libia: Diferencias

Estos meses se pueden describir como históricos en el mundo, en especial por ser las primeras revoluciones democráticas en el mundo Árabe y africano, plagado de eternos y corruptos dictadores, algunos como el depuesto Mubarak, son considerados "pacifistas" y fieles amigos de los Estados Unidos, otros como Muammar al-Gaddafi, amo y señor de Libia, implacables enemigos de Occidente, no hay términos medios entre vencedores y vencidos.

Libia se encuentra al occidente de Egipto con una población que apenas supera los 6 millones de habitantes, su economía se basa exclusivamente en el petroleo de la que obtiene una elevada renta Per Capita, misma que se distribuye entre la minoría musulmana sunita y en las abultadas cuentas del dictador.

Regida desde hace 42 años por Gaddafi con mano de hierro sobre la mayoría musulmana chiíta -tal y como el extinto Sadam Husein practicara en Iraq-, actualmente Gaddafi no gobierna plenamente el país, en su lugar le sucedió su hijo, Seif al-Islam, estableciéndose en el núcleo sunni, capital de Libia, Trípoli.

Seif fue calificado por el New York Times el pasado año como la cara amistosa con Occidente y el símbolo de las esperanzas de reforma y apertura -en pocas palabras un tecnócrata corrupto-, pero no con su propio pueblo a quien le prometió ríos de sangre por las protestas.

A diferencia de las manifestaciones en Egipto, el conflicto tras Libia es en parte de carácter religiosos y estas diferencias entre minorías religiosas son responsables de una brutal represión que se ha cobrado la vida de 250 personas, donde el ejército se ha atrevido al bombardeo de sus propios ciudadanos, a diferencia del ejército Egipcio, que se ha contenido, aunque ganas no le faltó.

Se ve poco probable la caída de Gaddafi, en parte por el sistema clientelar de su gobierno y la poco desarrollada institucionalidad del país, o que tras su caída, es probable que veamos repetida la formula de Irán, un país que es todo menos democrático.

Mientras Egipto va en camino de una democracia, Libia es una interrogante, sea como fuere, ha pagado la cuota de sangre para liberarse del yugo de su vitalicio gobernante, esperemos que sea para bien y sobre todas las cosas, que se consume.

Todo es Karma diría John Barry.