viernes, 18 de febrero de 2011
"Call of Juarez: The Cartel" la prohibición y la negación de lo que sucede en México
El Congreso de Chuhuahua ha pedido a la Secretaría de Economía y la Secretaría de Gobernación de México que se prohíba la venta y reproducción de la tercera entrega de la saga de videojuegos Call of Juarez denominada como The Cartel.
Según el diputado Ricardo Bonne, quien realizó la propuesta original, el juego sólo seguirá perjudicando la imagen de Ciudad Juárez, considerada como la más violenta del planeta.
Ya en 2010 Ciudad Juárez sumaba un promedio de 191 homicidios por cada 100,000 habitantes, para variar, el 25% de las ciudades más violentas del mundo están en México, donde destacan; Chihuahua, Tepic, Durango, Torreón, Tijuana, Acapulco, Reynosa, Nuevo Laredo, Cuernavaca, Mazatlán y Culiacán.
Si bien la tasa de homicidios en el país no es la mayor del mundo, si lo es en el grado de violencia y deshumanización de los criminales y narcotraficantes, ¿en que otro lugar del mundo uno podría ver descabezamientos, hileras de hombres y mujeres apilados trozados en partes o cientos de mujeres olvidadas por la justicia en el desierto, si no es en Ciudad Juárez?
Hasta hace un par de años era Bagdag, Mosul o Kirkut una de las ciudades más peligrosas del mundo, pero ahora que la actividad insurgente ha ido a la baja, es Ciudad Juárez la "digna" sucesora, aunque en esta ciudad no haya existido una invasión, ni tenga extremistas islámicos, solamente la efectiva practica de la corrupción y la violencia que ha escalado gracias a la laxidad del PRI y el intento del borrachín de Felipe Calderón por intentar jugar a la guerra con el narco para ganar el favor del bulgo luego de su fraude del 2006.
Miles de familias desplazadas, en 2010 se decía que eran 60 mil que había llevado al abandono de miles de casas. La vida nocturna de Ciudad Juárez, que antes era común que los norteamericanos se dieran a la aventura, hoy permanece ausente.
Prohibir un videojuego no tapa el Sol con un dedo, ni desprestigia la imagen de México, que desde luego ya está bastante desprestigiada. No vemos este empeño en prohibir los narcocorridos, el culto a Malverde y la narco cultura, pero sobre todo no hay un empeño por mejorar la seguridad y la impartición de justicia, en un estado donde la gran mayoría de los funcionarios públicos trabaja para el narco.
Según el diputado Ricardo Bonne, quien realizó la propuesta original, el juego sólo seguirá perjudicando la imagen de Ciudad Juárez, considerada como la más violenta del planeta.
Ya en 2010 Ciudad Juárez sumaba un promedio de 191 homicidios por cada 100,000 habitantes, para variar, el 25% de las ciudades más violentas del mundo están en México, donde destacan; Chihuahua, Tepic, Durango, Torreón, Tijuana, Acapulco, Reynosa, Nuevo Laredo, Cuernavaca, Mazatlán y Culiacán.
Si bien la tasa de homicidios en el país no es la mayor del mundo, si lo es en el grado de violencia y deshumanización de los criminales y narcotraficantes, ¿en que otro lugar del mundo uno podría ver descabezamientos, hileras de hombres y mujeres apilados trozados en partes o cientos de mujeres olvidadas por la justicia en el desierto, si no es en Ciudad Juárez?
Hasta hace un par de años era Bagdag, Mosul o Kirkut una de las ciudades más peligrosas del mundo, pero ahora que la actividad insurgente ha ido a la baja, es Ciudad Juárez la "digna" sucesora, aunque en esta ciudad no haya existido una invasión, ni tenga extremistas islámicos, solamente la efectiva practica de la corrupción y la violencia que ha escalado gracias a la laxidad del PRI y el intento del borrachín de Felipe Calderón por intentar jugar a la guerra con el narco para ganar el favor del bulgo luego de su fraude del 2006.
Miles de familias desplazadas, en 2010 se decía que eran 60 mil que había llevado al abandono de miles de casas. La vida nocturna de Ciudad Juárez, que antes era común que los norteamericanos se dieran a la aventura, hoy permanece ausente.
Prohibir un videojuego no tapa el Sol con un dedo, ni desprestigia la imagen de México, que desde luego ya está bastante desprestigiada. No vemos este empeño en prohibir los narcocorridos, el culto a Malverde y la narco cultura, pero sobre todo no hay un empeño por mejorar la seguridad y la impartición de justicia, en un estado donde la gran mayoría de los funcionarios públicos trabaja para el narco.
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1 comentarios:
La verdad no peca pero sí incomoda. Mas bien no nos gusta que nos digan nuestras verdades. Nos gusta hacernos las víctimas y ofendernos. Lo mismo pasó con Aguirre con lo que dijo en España.
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