Summer Wars (2009): Review y crítica de la película

サマーウォーズ es una película de animación japonesa dirigida por Mamoru Hosoda conocido por su trabajo en La chica que podía saltar a través del tiempo (2006) con un estilo y grado de animación que nos recordará producciones de Studio Ghibli, aunque una historia de una manufactura más difusa y menos compleja.

Debo decir que he visto poco cine japonés de animación porque pienso que la industria japonesa se ha estancado de forma sostenida en sus tramas que remiten a las típicas cuestiones de instituto y chicos solitarios correspondidos por las chicas más guapa del instituto y pese al increíble nivel gráfico alcanzado en Summer Wars la historia tiene momentos realmente difíciles de tragar, llegando al disparate absoluto.

La trama
En Summer Wars o la Guerra veraniega, veremos los conflictos de una familia japonesa de clase alta que celebra el cumpleaños de la matriarca de 90 años, la anciana Sakae Jinnouchi, a donde su bisnieta Natsuki Shinohara llega con un novio postizo, Kenji Koiso quien es un típico inadaptado social que pasa sus días como uno de los administradores de OZ, una especie de red social, comercial y militar, Natsuki le pide que se haga pasar por su novio para cumplir con los deseos de su bisabuela a quien le ha mentido sobre los logros del chico.

La red OZ se desquicia, desestabilizando todo Japón, por lo que la organizada familia de Natsuki participa en ayudar a los ciudadanos y así evitar que el incidente pase a mayores.

Se le culpa a Kenji de la responsabilidad del incidente en televisión abierta, por lo que termina detenido por la policía, agradeciendo a la familia de Natsuki por todo, como el tráfico no permitió al chico ser encarcelado por el segundo desquiciamiento de la red OZ, Natsuki va a por él y regresan para intentar arreglar el sistema de OZ, cosa que logran de momento exitósamente gracias a la gran inteligencia en el campo de las matemáticas de Kenji.

Pasado el susto, la fiesta saldrá de la mejor forma posible hasta que llegue el tío de Natsuki, Wabisuke Jinnouchi, la oveja negra de la familia quien es el hijo ilegítimo del abuelo de Natsuki y que Sakae adoptó como hijo propio.

Después de desaparecer 10 años en los Estados Unidos regresa con una familia que lo desprecia. Salvo Natsuki que lo tienen por su primer amor. Wabisuke es el responsable de la creación del ente que se apodera de OZ.

Sakae se enoja por la deshonra que Wabisuke trae a la familia, quien finalmente decide irse, pero la tragedia se abate sobre la familia Jinnouchi y la bisabuela muere de un paro cardíaco en parte por culpa de que la red de OZ cae y no da la alarma de su fallo cardíaco.

Aunque culpan a Wabisuke, odian más a la "entidad" que se ha apoderado de la red OZ por lo que deciden unir fuerzas con Kenji para acabarlo de una vez por todas, mientras Natsuki está confusa y en shock por el trágico evento, hasta que encuentra una carta que puede cambiarlo todo.

Para empeorarla todo, la "entidad" decide desviar un satélite fuera su órbita para que choque con una de tantas instalaciones nucleares, Kenji deberá arrebatar el control a la entidad y desviar la trayectoria del satélite para evitar una tragedia de enormes consecuencias.

Crítica
Summer Wars busca mezclar temas tradicionales con nuevas realidades tecnológicas como las redes sociales en una trama que no se decide entre un drama, ciencia ficción o fantasía. A momentos es un drama familiar que luego se convierte en una especie de Monster Rancher o Digimon que realmente a mi me aburrió, salvo la parte dramática que era más interesante.

Algunos personajes bastante ricos en matices que contrastan con otros bastante planos y comunes en series de animación para niños, cosa que pasa con el primo de Natsuki, Kazuma Ikezawa quien además, que casualidad, es el más grande jugador del la red OZ. Su contenido moral y el apoyo a la familia tampoco resulta algo novedoso

El hecho de que todo se relacione con la familia Jinnouchi, le quita verosimilitud a un cinta de por si inconstante que pudo dar más de si. Sea como fuere es recomendable como una obra de arte de la animación japonesa, pero nada más.

Calificación: 6.5