Con masa o rebaño, no me refiero al hombre primitivo que sumido a la ignorancia de las fuerzas naturales que no puede comprender se asusta de las sombras, se oculta del rayo, palidece ante las estrellas.
Este hombre primigenio en su afan de respuestas e inventiva, superó las limitaciones de los animales comúnes e inventó a seres inexistentes habitando los cielos, donde rugían los rayos, exhalando el viento que azotaba sus chozas.
Entre más grande era una civilización, más grande era el mito y así, los dioses que se creaban:
De la Pachamama a los cuatro elementos, de las cuentas de arroz a la aritmética, de los espíritus a los dioses, un proceso lento de aprendizaje que conformó las bases de nuestro mundo primitivo.
Pero tenía que llegar un tiempo, que con la observación y el desarrollo del método, el hombre debía cuestionarse si sus convicciones eran correcta, cayeron el mito de la tierra plana, de la tierra como centro del universo, atrás quedo la creación en siete días pisada por la teoría de la evolución y el estudio de las placas tectónicas, mitos de los astros de Ptolomeo se convirtieron en charlatanería... Dios tenía que ser cuestionado:
Dios ha muerto y nace el superhombre sobre sus restos.
El último hombre, el subhumano y los peligros de las religiones
Por otro lado se encuentra el subhumano (retrohumano si gustan un concepto fashion), aquel que desearía que la ciencia que le permite tirar sus deshechos por el excusado, tener gas para la cocina, disponer de agua para el aseo, ver cine, disfrutar del Internet, de la música, recibir medicina, etcétera de los etcéteras, desapareciera por cuestionar las supersticiones en la que estos humanos confían.
Ya tuvimos ejemplos de la religión rigiendo al mundo, uno de sus periodos más oscuros del ser humano fue la inquisición cristiana, que durante cinco siglos dio terror y muerte a los europeos en guerras por imponer el catolicismo al mundo y destruir todo conocimiento contrario a la fé de un dios creado por supersticiosos campesinos analfabetas.
El imperio islámico, que en su edad de oro aportó valiosos conocimientos en todas las corrientes y actividades del pensamiento humano, los más grandes avances desde los griegos gracias a que la religión y las actividades de la vida musulmana se complementaron para un cambio positivo para su mundo, que palidecía todo avance europeo y asiático de esa era.
Pero vino el tiempo en que el Islam se volvió un lastre, donde la cordura dio paso a los subhumanos que prefirieron la religión a la peligrosa tendencia que surge del conocimiento humano y su acumulación.
Hoy, la gloria de ese mundo antiguo se ha perdido, bajo el velo de Allah vive un mundo pobre, intransigente y represivo.
El más cruel y más atrasado en el tiempo, incluso de naciones nacidas de la locura de los ismos donde Corea del Norte es puntero.
El ser subhumano es racista, religiosos e incapaz de la autocrítica, forma parte de un rebaño de borregos que buscan soluciones fáciles, remedios para una vida en decadencia.
El subhumano:
- Teme a dioses y espíritus.
- Censura a los críticos de la superchería.
- Es incapaz de la auto crítica y de ver más allá del limitado mundo que ha construido en su mente.
- Es racista por definición, separa entre elegidos (fieles) y condenados no creyentes (infieles).
- Critica lo que no conoce y afirma sobre lo que no sabe.
- El caldo de cultivo de la intolerancia y del terrorismo.
- Sigue a lideres, que como ellos, ven y toman lo que les convienen de la realidad.
- Mientras la cúpula religiosa y política vive en el exceso, las clases bajas se les inculca una moralidad esclavizante, tendiente a destruir su capacidad de cohesión ante un mal común, cosa evidente en la sangre azul de la realeza, la divinidad de los faraones y el castigo divino de Moisés a los seguidores que le desafiaron y el infierno ante los pecados.
El superhombre
El nuevo hombre nace de la idea de que la religión y la superstición son el origen de los problemas del hombre, son sus lastres, defender las libertades de la ciencia y la razón donde se encuentran la igualdad y el bienestar de la humanidad son su objetivo y lo trascendental de su ser, su genuina búsqueda del poder, un vinculo de transición entre el hombre primitivo y el nuevo hombre.
El superhombre no cree en las cosas que prometen las religiones después de la muerte, él sólo cree en lo real y en lo que puede ver. Es un ser que ante todo razona; aunque eso no quiere decir que no sienta. Se deja llevar por sus pasiones y sus sentimientos, pero a su vez, se domina a sí mismo; no busca sólo el placer, esa sería la diferencia con "el último hombre" el último peldaño hacia el superhombre.
Unicornio rosa invisible
Los unicornios rosas invisibles son seres de gran energía espiritual. Lo sabemos porque son capaces de ser a la vez rosas e invisibles. Como todas las religiones, la religión del Unicornio Rosa Invisible se basa en la lógica tanto como en la fe. Tenemos fe en que los unicornios son rosas; y por la lógica sabemos que son invisibles, ya que no podemos verlos.
Para un subhumano esto es suficiente para defender a su Unicornio Rosa Invisible de la razón, para un Superhombre es motivo de burla a la tendencia de la religión de relativizar la realidad y magnificar lo incierto.
¿Y tu, a que Unicornio Rosa Invisible rezas o es que te gusta lo exótico del pastafarismo y el Monstruo de espagueti volador?
¡¡Ramén Hermanos!!
Conceptos
- Unicornio Rosa Invisible: Comúnmente usado en ateismo para mostrar la fragilidad de las religiones y su justificación de Tetera de Rusell.
- Monstruo espagueti volador: El "pastafarismo" fue creado por iniciativa de Bobby Henderson, licenciado en física de la Universidad Estatal de Oregón, como protesta satírica por la decisión del Consejo de Educación del Estado de Kansas de permitir la enseñanza pública del diseño inteligente como una alternativa de la teoría de la evolución en escuelas.
- Superhombre: Concepto filosófico planteando por Nietzsche inspirado en el ensayo de Max Stirner "Der Einzige und sein Eigentum" (El único y su propiedad de 1844) y condensada en su obra magna Así habló Zaratustra de 1883.
Comentarios y Consultas
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8 comentarios:
Me gusta tu blog
ResponderBorrarEse unico compa. Gracias
ResponderBorrarMe hace gracia como algunos ateos se creen superiores por el simple hecho de refutar la existencia de un Dios...como si llegar a esa supuesta conclusión ameritara de un extenuante razonamiento.
ResponderBorrarUsted llama subhumano a quien tiene una forma de pensamiento diferente al suyo pero irónicamente critica a la "generalizada" intolerancia de las religiones ¡Qué contradictorio! Es como si se creyera el poseedor absoluto de la verdad, lo que lo lleva a repetir el mismo principio de muchas religiones...
Además...¿cuál es el afán de irrespetar las creencias de otras personas? Si está tan seguro de que son simples falacias, porqué seguir justificando su "irreprochable" falsedad...
Si la gente en vez de buscar como denigrar a los demás para sentirse mejor consigo mismos hiciera cosas más productivas...todo sería mejor.
¡Saludos! Atte: Un amigo.
¿Creer superiores?
ResponderBorrarEl Superhombre es un concepto no de ateos, sino mucho más allá del ateo, utópico sería una mejor descripción, pues este no se basa en desmentir a dios, simplemente a reemplazarle como motor de lo humano.
Yo no conozco a ningún superhombre, pero de que existimos librepensadores -que no ateos-, existimos.
Porque un librepensador no tiene necesidad de negar a dios, solamente ponerlo en duda.
¡Exacto! Esa tendencia de clasificar al que es o piensa diferente de subhumano lleva mucho tiempo, no es nada nuevo... Sólo por mencionar algunos ejemplos podemos evocar a aquellos que buscaban alcanzar una raza aria por medio del genocidio, las religiones que condenan a muerte a los "herejes" y las personas de "mente abierta" que denigra a quien es más conservador que él. Lo menciono porque me parece parece muy contrastante el supuesto "librepensamiento" que algunos creen tener cuando son los primeros en irrespetar ese libertad de pnsamiento que los demás tienen.
ResponderBorrarPor cierto, el respeto no es utópico, es simplemente lo que se espera a cambio en un trato entre humanos.
Eso no es pensamiento, se le llama doctrina y dogma. La creencia por la creencia.
ResponderBorrarSi realmente fuera pensamiento, cuestionarías la razón misma de la existencia de dios o dioses.
Por otro lado, dado que la postura de un libre pensador es ética (la construcción de lo moral) y no moral (moralidad por moralidad), ¿Por qué tendría que preocuparte de tus sentimientos o tus pensamientos, si es una construcción conceptual?
Un pensamiento u idea "es", a pesar de lo que creas tu u otras personas o si daña tu "sensibilidad".
De otro modo debiéramos decir que la tierra es plana o tiene 4000 mil años, para no dañar, ofender u alterar tu concepción del mundo y lo que tu defines como "pensamiento".
Digo, nadie te obliga a leer este blog y aún así lo haces, es una elección personal, deberías aceptar las consecuencias de ese ejercicio de libertad.
Si no será como aquel que gusta de las rosas, pero se queja de que lo corten las espinas.
Aquí no vas a encontrar respeto solo para que no te ofendas y si ya lo sabes ¿por qué te quejas u ofendes?
Expreso mi opinión porque debatir es mi pasión y me agrada conocer la posición de los demás, no por que me sienta directamente ofendido. Con respecto a lo que usted llama dogmatización, personalmente creo que todos somos víctimas de ella en cierto grado: una vez que aceptamos un criterio solemos defenderlo, convirtiéndolo inconcientemente en propio nuestro dogma (A fin de cuentas, somos seres que evolucionamos mayoritiariamente a partir del aprendizaje de ideas ya preconceptualizadas). Por ello creo que hasta el "dogmático" merece que su forma pensar sea respetada (ideas quizás más preconceptualizadas, pero igualmente aceptadas por él/ella). Con respecto a lo que usted menciona de que el respeto de ideas es sinónimo de estancamiento, difiero. Le recuerdo que respetar no es sinónimo de aceptar. Lo menciono porque, a mi parecer, todo conflicto tiene origen en no poder convivir con las ideas de los otros. No se trata de cuidar la sensibilidad, sino simplemente tomar en cuenta que para vivir en sociedad los conceptos del otro deben de ser respetados también. Como usted mismo lo dijo, es eso mismo en lo que fallaba la iglesia: ¡No aceptaba ideas diferentes! (dogmas incluidos)
ResponderBorrarResumiendo, estoy en contra de denigrar al otro, ya sea física o psicológicamente. Me disculpo si en el debate irrespeté su forma de pensar también.
Fe de erratas
ResponderBorrarLéase: La iglesia no respetaba ideas.