sábado, 19 de septiembre de 2009
Ataque en la estación Balderas del Metro capitalino: Otro fanático religioso inspirado en JOSMAR
A eso de las 5:30 de la tarde un sujeto de pantalón rojo y camiseta roja a rayas en la estación Balderas del Metro, pintaba consignas contra el gobierno (Federal o Capitalino), cuando una mujer llamó a un policía de la Bancaria Industrial para denunciar la acción, dijo que actuaba en nombre de Dios y disparó un arma de fuego en contra del policía que lo amonestaba, quien al intentar escapar recibió un disparo en la cabeza.
Inmediatamente después, otro hombre de profesión albañil de nombre Esteban Cervantes Barrera, intentó detenerlo, pero después de recibir varios disparos en el forcejeo, recibió uno en la cabeza que acabó con su vida.
El sujeto, de nombre Luis Felipe Hernández Castillo, de 38 años originario de Jalisco, usando una pistola calibre .38, el día 18 de septiembre, esto es; 888 (un múltiplo de 3), pudo tener motivos religiosos además de los propios de sus consignas contra el gobierno.
Se parapetó al interior de un vagón disparando hasta vaciar su arma hiriendo a cinco personas más y recargarla.
“No se espanten, esto es en nombre de Dios porque el gobierno nos tiene muriendo de hambre“, dijo el agresor, de acuerdo con Gabriel Sánchez, uno de los testigos, quien se tiró al piso justo detrás de donde se ubicaba esa persona con un arma de fuego.
Luego de unos disparos desde su posición en una puerta del metro, recibió un disparo a la altura del hombro y fue sometido por la policía judicial capitalina.
Según sus declaraciones ante la Agencia 50 del Ministerio Público, no se arrepiente de su ruin acción.
La PGDJ descartó que Luis Felipe Hernández Castillo, asesino del metro Balderas, esté mal de sus facultades mentales y reveló tiene estudios de veterinaria y que viajó de Lagos de Moreno Jalisco al D.F. con 5 mil pesos para regresar a Jalisco una vez que se le terminara el dinero.
Entre lo que dijo el asesino se destaca el alegato de que es un "mensajero" que debe difundir mensajes religiosos y ambientalistas a toda la población inspirado por las acciones de JOSMAR, un fanático religioso evangélico boliviano que secuestró un avión para darnos "su mensaje y absoluto punto de vista", ambos no eran residentes del Distrito Federal.
Parece que cada vez es más fácil para esta clase de personas externar lo que realmente sienten en el fondo; violencia e intolerancia, es el clima y los tiempos del país que nos azota con narcotráfico, fanatismo religioso, crisis económica y enfermedades de un año que ha ido de mal en peor.
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