John Wick: Sin control (2014): Reseña y critica de la película

Siguiendo la tónica de Taken (2008) de Liam Neeson nos llega John Wick, una película de acción dirigida por un director sin ninguna experiencia previa Chad Stahelski y un actor, David Leitch, que trabajó de secundario para Boune Legacy (2012).

Una película de bajo presupuesto que trajo a la vida a un Keanu Reeves que ha vivido bajo la sombra de Neo en Matrix (1999) que ha tenido una modesta acogida que le ha permitido una secuela este año.

Llegué con mucho hype que finalmente se desinfló a base de malos diálogos, escenas mal montadas y clichés típicos del género.

Trama
Reeves interpreta a John Wick, un ex-asesino de la mafia rusa que recientemente ha perdido a su mujer.

Iosef Tarasov (Alfie Allen) decide robarle su carro luego de que Wick se niega a vendérselo.

En el proceso mata al perro que su fallecida esposa le regaló, ahora iniciará una casería contra el hampón, que resulta ser el hijo de Viggo Tarasov (Michael Nyqvist), el antiguo jefe de Wick y líder de la mafia rusa.

Calificación: 6/10

Crítica
Se nota la pobre experiencia en hacer cine, algunas escenas son bastante malas -como cuando hablan en la lluvia notándose el montaje de pantalla verde, otras escenas de exposición no ayudaban en nada a la trama -como cuando Wick llora y se sobreentiende que Reeves no tiene esas capacidades histriónicas o la cuestión del video en el teléfono que le recuerda al espectador su terrible dolor.

16 años después Keeanu sigue empantanado en el papel que le dio fama.

Es una película que siempre es fría a pesar de querer lo contrario, intencionalmente trata de meter elementos de Matrix desde el inicio con el despertador para ser más dinámica que luego se rompe con los disparos falsos que rayan lo cutre del cine "B-".

Se abusa de las escenas de pantalla verde en CGI.

La construcción de una razón para que el personaje tome venganza intenta copiar elementos de Taken, el problema es que cae en la exposición más barata y simple. En Taken funciona porque a Neeson nunca se le obliga a hacer un histrionismo del que no es capaz, sino que se le da un motivo y se mueve por inercia hacia el objetivo sin que hayan demasiadas vueltas a su pasado fuera de lo contado al inicio de su relación con su familia.

Muy por debajo de Taken.

Cuando llegué al tema del Continetal y los malos de cartón-piedra, perdí el hilo y sentí una historia demasiado densa en venderte una fantasiosa versión de los bajos fondos de la hampa, que en la historia de un asesino en busca de venganza en un formato más realista.

La película nunca pudo construir una relación sólida entre Keeanu y su mascota.

Del montón.