Si realmente te gustaron los años ochentas y esperas encontrar es magia "perdida" del cine infantil de esa época, seguramente que en Super 8 no la encontraras, aunque sí, todos sus clichés, aderezada de una historia predecible y previsible, sin inocencia entre constantes y anacrónicas What a fuck! y Fuck!, de un desarrollo pobre y en exceso forzado, esto último terriblemente evidente para encajar referencias a cintas de Spielberg como Encuentros cercanos del tercer tipo (1977) y E.T. (1982).
No se puede olvidar que después de La guerra de las Galaxias (1977), George Lucas y el cine de Spielberg, prácticamente borraron en cinco años el cine de género de ciencia ficción de autor, convirtiéndolo en un cine de consumo infantil y entretenimiento palomero descerebrado, donde Los Goonies (1985), Volver al Futuro (1985) y E.T. (1982) mostraban las estructuras básicas del cine de ese entonces.
En 1979, un extraterrestre se escapa de un tren que lo transportaba a una nueva locación y un grupo de chicos lo graban en una cámara Super 8, quienes escapan del lugar advertidos por el Dr. Woodward (Glynn Turman), quien les advierte que sus familias estarán en peligros si los cuidadores del tren se enteran.
Hay olvidos en esta película tan grandes como necesita su guión, como la cámara que se mantiene grabando pese a que todo queda destruido por el accidente del tren -que no lleva escolta militar-, los indemnes protagonistas que sobreviven a una lluvia de restos metálicos, la rapidez en que los militares llegan a la escena -en autos- o que el extraterrestre fuera incapaz de destruir la puerta metálica del vagón, que luego destruye, como si fuera de papel.
Se predicen a leguas la intención del gordo con la enamorada del protagonista y sorprende la rareza de la escena del autobús, donde la conveniencia del ataque es absurda y sin sentido.
Pero sobre todo, que no volara arrancada la mandíbula del chico con sus prominentes frenos cuando el extraterrestre prendió el magneto de la nave para atraer a los nanocomponentes. cuyo final desde el inicio se ve que llevará al cliché de la reconciliación de los padres enemistados.
Una cinta que a momentos es demasiado lenta y otras demasiado confusa, que no maneja correctamente la tensión, las referencia a cintas de Spielberg son innecesariamente forzadas y menos espectaculares que en las originales, en especial las referencias a Encuentros cercanos del tercer tipo.
Aburrida, del montón; mainstream puro y palomero, pero sin gracia.
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| Calificación: 5 / 10 |
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