Mary & Max (2009): Crítica de la película

Mary y Max es uno de esos diamantes en bruto que pocas veces se logran encontrar de casualidad, una impresionante cinta de animación, por no alagar y maravillarme con lo lejos que a veces puede estar una cinta actuada y una animación realizada en humilde Claymation (Plastilina en movimiento). Todas las pequeñas reflexiones contenidas en un retrato de la realidad humana, a veces no todo lo sólidas que un critico podría esperar, pero que dan en el clavo, una declaración a la vida que pocos guiones logran sin ser patosos y sobreactuados.

Cuando pensé que era la típica película infantil con clichés fáciles de digerir, que llegan a verdades que se diluyen entre tonterías, da un giro de 180 grados a una trama adulta, plagada de humor negro y verdades no aptas para todos. Adam Elliot, imprime un estilo apreciable y único que las cintas de PIXAR nunca han logrado por su compromiso con el público infantil.

Trama
Mary es una chica solitaria que vive en los suburbios de Melburne Australia, la niña fea de la clase con una mancha de nacimiento que cubre visiblemente su frente, con una madre cleptómana y alcohólica, con un padre desentendido de su familia, que se entretiene en inútiles pasatiempos para evitar enfrentar el hecho de que su familia es un chiste.

Max es un hombre judío de 44 años con síndrome de Asperger que vive en Nueva York, incapaz de desarrollar empatía y reconocer los rasgos faciales de las personas, su único amigo es una persona imaginaria, el Sr. Ravioli, quien pasa el tiempo leyendo libros de auto-ayuda, su madre se suicido luego de que su padre la dejara y él ha tenido una vida caótica que lo ha alejado aún más de la realidad, resumida a la visita a su Psiquiatra y el grupo de Comelones Anónimos.

Para Max la vida cambiará a partir del momento que reciba de pura casualidad la carta de una niña solitaria en busca de respuestas a una vida muchas veces poco tolerable.

Critica
No sé que decir, fuera de que es una cinta que perfila para personas con ciertas experiencias específicas, la sensación de no pertenencia al grupo, de estar siempre lejos de lo que el vulgo encuentra normal, un mundo desconocido a los sentidos, esa sensación extrema de individualidad que conlleva a la soledad no deseada, que Bernard Marx, el inconforme de Un mundo Feliz; obra de la literatura crítica escrita por el inglés Aldous Huxley, expresaba en forma de lógica fantoche y mal humorada para la reflexión fácil pero inentendible a una realidad que le supera y en la que no encaja.

...Todos podemos sentirnos así en algún momento de nuestras vidas, sólo que algunos no podremos nadar, luego entonces; no podremos dejarnos llevar por la marea alienante, donde todo se olvida en mecanismos paliativos tendientes a satisfacer aquellas preguntas que siempre quedaran sin respuestas.

Max y Mary son el tipo de personas que nunca encajaran en la realidad oficial, los residuos que quedan de la cadena evolutiva para ser olvidados, mientras aquellos que la rodean, los perfectos engranes de la sociedad, que tienen vidas sin significado y vacías, a las que podrían acceder, no sin sentir que para lograrlo han tenido que traicionarse a sí mismos.

La gran mayoría podrán sentirse felices de que esta cinta no hable de ustedes, que son meros espectadores en esta gran obra de los solitarios.

Lo peor: ... sigo pensando y no encuentro nada malo, y menos algo peor, aunque alguien muy convencional puede que no la entienda.
Lo mejor: La eterna reflexión de que no estamos solos en el mundo.

Director: Adam Elliot

Calificación: 8.5/10