Maken-ki! (2011): Reseña y crítica de la serie animada

Maken-ki! (マケン 姫 っ) es una ánime del género harem de instituto, dirigido por Koichi Ohata, basado en el manga homónimo de Hiromitsu Takeda en 2011 por el estudio de animación AIC sobre peleas con mezcla de arte marcial, magia y fan service.

Si bien el género del harem está de capa caida y cada vez más acotado a series cortas de 12 capítulos, no deja de ser curioso como ha evolucionado el mismo planteamiento que dió éxito a Love Hina de Ken Akamatsu, que generó todo un nuevo impulso para la industria japonesa donde toda una brigada de chicas caían rendidas ante un bueno para nada, una amiga de la infancia o la primera chica con que se relaciona -verdadero amor del protagonista-, la prometida -generalmente Moe-, la enamorada de relleno y el personaje Tsundere.

Trama
Takeru Ohyama, es un adolescente de preparatoria de 16 años, quien después de pasar la secundaria en una escuela de varones de pronto se alista para entrar en la elitista escuela Tenbi, donde su amiga de la infancia, Haruko Amaya estudia, que tiene la particularidad de ser una escuela de magia combativa.

Típica historia de Harén.

Sin tener idea de donde se mete, en una pelea conoce a Himegami Kodama, una chica rubia Tsundere que ve en su pecho una marca de uno de sus enemigos por la quien la chica espera su venganza.
Luego de ser salvado del furioso ataque de Kodama por Inaho Kushiya, esta última quien dice ser su prometida, Takeru acaba viviendo junto a tres chicas, todas portadoras del Maken, una fuerza mágica empleada para el combate que se manifiesta como un artefacto.

Chicas en bikini, cosas que no se ven estos días.

La academia de Tenbi, que recientemente se ha vuelto mixta después de un periodo de mantenerse como una escuela de chicas, entrena alumnos usuarios del Maken y los canaliza a Kamigari, quien los usa para mantener el balance de poder con Yamato Ouken, quizás el más grande usuario de Maken, capaz de dominar la voluntad de las personas.

Cuantas veces no hemos visto lo mismo.

Takeru se une por recomendación de Amaya, al club escolar de Kenkeibu, encargado de regular las peleas entre los usuarios del Maken, además de inspeccionar e investigar sucesos extraños, uno de ellos relacionado con recientes ataques a estudiantes por personas cuyos recuerdos parecen haber sido implantados. Todo esto mientras intenta descubrir cual es su propio poder que parece ser capaz de absorber el Maken de los demás.

Típica Tsundere enamorada sin motivo del chico protagonista.

Calificación 6/10

Crítica
El harem como género desde luego es sumamente estresante, en parte porque el mismo concepto es anticlimático y termina por evitar el desarrollo de los personajes en un monótono vaivén de situaciones jocósas y romáticas, que no llevan a nada. Miken-Ki! es un harém más limitado pero con premisas que ya no gustan tanto.

Así pues, la idea de que el chico debe ser un héroe que desea proteger a las personas y chicas o tiene un noble deseo tras su halo accidentalmente pervertido, es de lo más visto y no aporta nada nuevo.

Miken-Ki! como serie animada resulta muchas veces demasiado lenta, el fan service no justifica una trama predecible y sin brillo, nos llevará al típico episodio obligado de la playa y las historias de flaskback de la promesa de la infancia o el acto heroico por el cual las principales rivales al corazón del tópico chico de lentes se pelean. Quien como todo personaje del tipo Chosen One guarda un poder interior que despierta cuando se pone serio.

Es el tipo de series que el triangulo amoroso se resuelve hasta el episodio final o simplemente se deja abierto. Y si te gusta el género, quizás no es la mejor de todas o por la que yo comenzaría, pero como toda serie de este tipo tienes sus momentos, especialmente el fan service de esta serie que es abundante.