Dororo (2019) Episodio 20 "La historia de Nue" Reseña del anime

En esta ocasión el tropo del héroe cobarde, generalmente este acaba en un acto genuino de heroísmo y el protagonista aprende, pero en este caso, tiene un final de ambiguo, pues el antagonista acaba con una sonrisa en la cara cuando entiende que era algo normal para un ser humano tener miedo, se redime a sí mismo sin hacer un acto de bondad o heroísmo, comprende que es una persona y tiene sus debilidades, o sea, algo bastante extraño de entender si solo ves las imágenes. Un episodio que tiene una historia irrelevante, pero que explica la necesidad de Hyakkimaru de obtener su cuerpo de vuelta y que todo será finalmente igual a la historia original.

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Tahomaru y Daigo ve cómo la situación en el valle se deteriora debido a que Hyakkimaru sigue vivo y el primero promete quedarse con su gente.

Hyakkimaru encuentra a un samurái de nombre Saburota que como varios de los antagonistas, han tratado de hacerse amigo de ellos y luego intenta darlos como ofrenda a los Ayakashi.

Pero nada de lo que dice convence Hyakkimaru, quien sabe que trabaja con un monstruo, porque dice que tiene un vacío en su pecho.

Biwa salva a Dororo luego de que esta queda atrapada en una roca en un sitio que se llena de agua y Hyakkimaru destruye sus manos para intentar salvar a Dororo, pero eso le hace ver que no es capaz.

Hyakkimaru siente una gran impotencia porque no puede usar sus manos y su cuerpo le limita, de manera que decide ir a por Saburota y Nue para encontrar sus partes faltantes, que es la obsesión que le mueve y lo consume.

Sabutora es un samurái cobarde que intenta acabar con un Nue, quien parece una mezcla de león y serpiente, debido a su falta de valor... pánico, deja morir a su propia madre por el miedo y desde entonces se dedica a llevar a otros a ser la presa de Nue.

Este dice que habría querido ser como Hyakkimaru y se deja comer por el monstruos.

Hyakkimaru lo mata, pero antes piensa que Hyakkimaru ser humano y muere en paz porque le quita la culpa de no haber sido lo suficientemente valiente, pues todos los humanos, los verdaderos, tienen miedo.

Biwa se da cuenta que Hyakkimaru tiene un aura demoníaca y esta parece ser una carga inevitable a su destino, pues Hyakkimaru decide ir a por su padre para recuperar su cuerpo cuando entiende que no importa cuanto busque, las partes que le faltan están en las tierras de Daigo. En la sala infernal Tahamaru ve el resultado de las acciones de su hermano reflejado en las estatuas y encuentra el único demonio que sigue encerrado.

Calificación: 8/10

El antagonista básicamente repite por cuarta vez a un humano alimentando a los Ayakashi con viajeros, lo interesante es como se distorsiona del típico cliché del antagonista que se redime al final, en cambio este entiende que es una persona y como tal, justifica su miedo, aceptando por ende su fragilidad, lo que es realmente una idea compleja.

Hyakkimaru se convierte en un demonio porque no puede ver nada más que su cuerpo y no le importa que deba sacrificar, de cierta forma ambos son parecidos, luego parece que Nue sí está enlazado a los Ayakashi de la Sala infernal, pero únicamente debilita el sello.

En lo que falla el episodio es revelarnos rápidamente que Tahomaru y el último demonio se relacionarán de alguna manera y como vemos en este episodio, un ser humano puede fusionarse a un Ayakashi.

Otra cosa es que en el siguiente episodio Hyakkimaru recuperará seguramente las manos, por eso las han destruido, eso es el mayor problema con esta serie, constantemente ocupa clichés y ganchos burdos y luego nos sale con conceptos que deben ser pensados con detenimiento.