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Las plagas se desatan y los ayakashi tienen la culpa, mientras que los Asakura reúnen a su ejército para hacer un asalta masivo, Daigo se prepara para la guerra mientras que su hijo Hyakkimaru se aproxima. Así Tahamaru le dice a su padre que irá a acabar con Hyakkimaru.
Tenemos la historia de una yegua de nombre Midoro, la cual es arrebatada a su cría para que sirva en la guerra.
Mustu está contagiada por la epidemia, pero sigue al lado de Tahomaru y quiere participar en la cacería de Hyakkimaru por la tierra.
Nos cuentan la historia de cómo Mutsu y Hyogo son rescatados por Daigo y su crecimiento al lado de Tahamaru.
Durante la batalla con Hyakkimaru, este los ataca sin piedad debido a que Tahomaru le llama demonio en el pasado, igualmente afirma que si sus padres se oponen a su deseo, los matará sin miramiento.
Mutsu y Hyoga pierde sus brazos y Tahomaru recibe una nueva marca.
Pero el espía de Daigo viene expresamente para salvar a Tahomaru, derrotando a Hyakkimaru con una bombas atadas a Midoro que se le dispara una flecha para desbocarlo.
Dororo es tomada como rehén y Tahomaru es dormido. Mutsu y Hyogo son regañados por ser incompetentes al defender al sucesor de Daigo.
De los pedazos de caballo y los miembros de decenas de cuerpos que yacían en un acantilado donde cae con Hyakkimaru, aparece un nuevo ayakashi.
Calificación: 8.4/10 |
El dilema moral no es difícil, puede que sea molesto, pero Hyakkimaru tiene derecho a su cuerpo, no importan los nobles sacrificios, si sacrificas a otros por la paz, esa paz no durará porque es una paz que se basa en una injusticia.
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