El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (2014): Reseña y crítica de la película

The Hobbit: The Battle of the Five Armies es una película dirigida por Peter Jackson, la tercer película que cierra la historia adaptada en el libro de J. R. R. Tolkien, El Hobbit.

Ian McKellen, Martin Freeman y Richard Armitage regresan para concluir una película con una trama orientada a la acción épica, y, pese a toda la mala prensa que arrastra.

Como sea, no es una película que sorprenda, mucha mediocridad en el interés y desarrollo de los personajes, sus relaciones, para mi es un blockbuster más que olvidaremos en unos dos meses como ocurre con la mayoría de estas superproducciones.

Algunos personajes tienen un final que uno se pregunta si era necesario incluirlos, especialmente lo que ocurre con Kili y quizás que nunca se arma ese gran drama con Thorin y Bilbo.

Entre lo más positivo, la película no les pesará tanto como las dos anteriores, especialmente la primera, que no importa cuanto lo he intentado, nunca he podido verla completa una segunda vez, pero igual pasa con la anterior trilogía que es abusiva con el tiempo que utiliza para la sustancia que ofrece.

Trama
Thorin (Richard Armitage) ha "conquistado" la montaña Solitaria, muriéndose de miedo mientras Smaug (Benedict Cumberbatch) destruye al Pueblo del lago.

La épica de unos enanos que apenas si conocimos.

Para fortuna de los enanos, Bard (Luke Evans) acaba con el dragón con una lanza negra en pleno corazón quien tomará el liderazgo de la gente que tendrá que migra a la ciudad de Dale a las faldas de la montaña.

Ay ho, ay ho, ya es hora de cerrar... ¡Vamos! ¿No me digan que no lo pensaron cuando vieron esta escena?

La noticia llegará a los elfos que Thranduil (Lee Pace) quienes van al auxilio de los humanos, pero no como mero altruismo, sino para formar parte del ejército que va a ponerle cara a Thorin.

Ya con tanta película "épica" y CGI, se murió la épica.

Y es que Thorin se niega a entregar las riquezas de los elfos enfermo de poder y riqueza, mientras un ejército de orcos se preparan para aplastar a todo lo que se le ponga enfrente en su lucha por hacerse de un paso tan estratégico y es que Smaug no llegó por casualidad a esas tierras y firma parte de un plan mayor.

Evangeline Lilly anduvo con Dominic Monaghan quien hizo de Merry en LoTR.

Calificación:7.2/10

Crítica
Una de las cosas que tal vez son decepcionantes, es que Jackson nunca logra un clímax dentro de los personajes, es como si contara una historia sin detenerse en los detalles usando la exposición, por ejemplo: En la escena en que Bilbo y Thorin hablan ya sabemos que algo anda mal con Thorin, pero Jackson parece dudarlo y nos hace acercamientos a la cara de Thorin, cuando muere Kili pasa lo mismo, este tiene tiempo para casi susurrar "te amo" a Tauriel y Tauriel hace lo mismo cuando llega Legolas y explica su dolor, para luego llegar Thranduil y hacer lo mismo que todos los anteriores con Tauriel, explicándole que eso es amor... y así sucesivamente.

La odiosa necesidad de aclarar lo obvio a pesar de no tener ningún valor para la trama.

No fue tan molesta la narrativa Cámara A + Cámara B que Jackson usara en la primer trilogía con obsesión, como ocurre cuando un niño habla con Gandalf a su espalda o las transiciones que se hacen para que Gandalf se vea más grande que Bilbo. En esta ocasión son todos enanos, así que es más fluido cuando no se usan niños, pero claramente a Jackson ya se le acabó la narrativa visual, nos quedaremos con el sueño de lo que habría sido con Del Toro.

Otro problema es tratar de enlazar demasiado El Hobbit con El Señor de los Anillos, especialmente con las escenas en las que Saruman va a perseguir a Saurón porque son escenas reiterativas, además de que en la Comunidad del Anillo (2001), Bilbo es otra persona y la escena en la que toma el anillo este sale solo del pozo donde estaba Gollum -Como ocurre en el libro, mientras que en el Hobbit va a seguir el rumbo donde Thorin y los demás que están agarrados por los orcos.

Me resulta asombroso que con tantas horas para desarrollar el corazón del grupo principal de la misma manera que en El Señor de los Anillos con los hobbits comandados por Frodo, Jackson fallase tan evidentemente en construir a Thorin con el que nunca logré conectar, plano para verse enojado, plano para verse cálido, no hay matices.

Al final de cuentas es otro blockbuster de temporada, ni más ni menos, recomendable, pero no imprescindible.