Zipang (2004): Reseña y crítica de la serie animada

Zipang es una serie animada japonesa dirigida por Kazuhiro Furuhashi y producida por Studio Deen, basada en el manga homónimo escrito por Kaiji Kawaguchi, que nos ha habla de las aventuras de los marinos del destructor Mirai, una nave de guerra japonesa que es enviado al pasado que usa como pretexto para hablar de la paz de Japón y el típico determinismo japonés, que por un lado es maniqueo y del otro una oportunidad de hablar de la prosperidad alcanzada con el Japón de la posguerra.

Este manga es prácticamente un plagio de The Final Countdown (1980), en el que un portaaviones Estadounidense es enviado al pasado, en el caso de Zipang es más limitado el impacto, pues se trata del destructor ficticio, el JDS Mirai (DDG-182), que con un tremendo Mcguffin es llevado al pasado sin que logre nada mejor que la película en que se basa cuando todo el viaje te lleva de regreso al Status Quo / Mantengamos el Japón que todos conocemos, porque ese es el Japón ideal.

No toda la culpa es del autor, pues si se explorasen otros rumbos se caería en el revisionismo y quizás terminase por herir susceptibilidades en un país muy nacionalista y de muchas maneras arrepentido de la manera en que perdió una guerra que no estaba destinado a ganar.

Trama
El JDS Mirai sale a ejercicios de batalla con otras naves en su rutina normal es envuelto por una luz boreal verdosa, pronto la tripulación con horror se da cuenta que algo está muy mal, pierden contacto con las otras naves de su escuadra y cualquier señal de vida.

El portal por el que cruzan a otro tiempo.

Peor aún se encuentran frente a una enorme nave, una reliquia del pasado, el legendario Acorazado Yamato y la flota que le acompaña.

El fantasma del Yamato.

Esto desata el pánico entre la tripulación, pero estos escapan de las naves que protegen al Yamato. Ahora deben darse una idea de lo que está pasando y que esto no es un sueño, que de hecho es la flota que participará en la batalla de Midway en Junio de 1942.

Estamos en la batalla de Midway.

Están en una guerra donde podrían cambiar las cosas para salvar a sus compatriotas, pero están las preocupaciones sobre cambiar la historia.

Allá afuera hay una guerra, los aliados son el enemigo.

Para empeorar sus cosas el oficial ejecutivo de la nave y protagonista de la historia, Yosuke Kadomatsu, decide rescatar a un piloto japones que ha quedado en la deriva luego de que su avión se estrellase, lo que altera el humor de muchos, pues eso significa un cambio grave.

El piloto que debía morir.

El teniente Kusaka resulta ser la peor persona que podrían encontrar y valiéndose de lo que aprende en la biblioteca de la nave, puede alterar gravemente el rumbo de la historia, pues su sueño es el Zipang, una utopía con la cual pretende cambiar al mundo y él toma cuenta de la idea de que es el hombre que no debió seguir existiendo en la historia haciendo lo mejor para corregirla una vez que sabe Japón pierde la guerra.

Calificación: 8/10

Crítica
Tal vez lo peor de Zipang es que pese a sus elaboradas disertaciones, sus personajes principales evitan hacer lecturas sobre la historia o son demasiado acotadas y los militares al mando de una nave militar bajo condiciones de guerra terminan actuando como pacifistas ultranzas o filósofos estoicos, tal si fuesen los típicos protagonistas en un manga shonen, más que personas que involuntariamente se verán forzadas a estar en ese tiempo bajo reglas que no comprenden, pero que deben seguir. Su contraste es el teniente Kusaka pero desde el punto de vista del antagonista, quien reprueba la influencia americana en los japoneses del futuro.

Es una serie con un excelente drama, suspenso y trama, como sea, no pueden evitar los clichés del género como ocurre en películas del tipo Samurai Commando: Mission 1549 (2005) de volver al Status Quo y de que es mejor tener a los aliados de su lado que en su contra, para no tocar los logros del Sol Naciente debido a la guerra, la serie solo abarca 26 episodios, por lo que el desenlace del manga no fue adaptado y quizás sea lo mejor porque el final abierto del ánime implica que cualquier cosa puede suceder, mientras en el manga la tripulación termina pereciendo y los supervivientes viven para ver la salida del Mirai del puerto en el que estaba atracado 60 años después.

Enfrentarse a nacionalistas enojados sería una cosa, enfrentarse al gobierno norteamericano quejándose de una serie que podría ser fuertemente anti-americana, sería otro, aunque a los norteamericanos no les preocupó en The Final Countdown (1980) atacar a los japoneses pese a ser aliados en el año del estreno de la película y calificarles de enemigos.

Kawaguchi no les da a los protagonistas la opción de regresar a su tiempo, a la vez no se da la oportunidad de explorar a fondo un tema más interesante que la mera cuestión de ficción que plantea y sí como una lectura del Japón actual, que dista de ser ese paraíso que tanto se cuenta, sopesando la posibilidad de Zipang un concepto válido.

¿Qué haría yo en la misma situación si tuviera una nave así de potente? Seguramente pulsaría el botón de fuego hasta que la última munición hubiese sido disparada, no cambiaría la historia, pero no me arrepentiría de nada.

Recomendable.