Boxtrolls (2014): Reseña y crítica de la película

Boxtrolls es una película animada mediante Stop Motion dirigida por Anthony Stacchi y Graham Annable con una amalgama de celebridades británicas como Ben Kingsley, Jared Harris, Nick Frost y Simon Pegg que es una de las películas animadas más impresionantes de 2014.

La película es producida por Laika, el mismo equipo que trajo a Paranorman (2012) y Los mundos de Coraline (2009) siendo una adaptación de Here Be Monsters! del ilustrador y novelista británico Alan Snow.

Isaac Hempstead Wright encarna a Egg, un monstruoso trol de caja, una animal que según la jerga popular acecha las casas del pueblo de Cheesebridge lo que provoca un toque de queda desde hace años, contratando a un inescrupuloso cazador de plagas llamado Archibald Snatcher (Ben Kingsley).

Archibald ofrece sus servicios a cambio de un sombrero blanco que es el significado que en Cheesebridge representa a la nobleza, lo que además le da acceso a la sala de los quesos más finos de la ciudad.

Una de las mejores animaciones Stop motion que he visto nunca.

Pero no todo es lo que parece, porque los troles de caja en realidad son pacíficos seres que no comen niños, ni hacen maldades y el pequeño Egg es un niño humano adoptado por esta familia de peculiares seres que ven en peligro su vida para que Archibald obtenga su sombrero.

La ambición desmedidas está perfectamente reflejada

Lo peor de todo el asunto es que Archibald es alérgico a los quesos y podría morir debido a ello, aunque sediento de poder y reconocimiento, su seguridad es lo último que le viene a la cabeza. Egg deberá evitar a toda costa la extinción de su familia y para ello tendrá que pedir ayuda a alguien del exterior, lo que parece imposible, nadie le escucha.

El diseño de personajes es sobresaliente en todos los aspectos, opacado solo por los escenarios.

Calificación: 8.1/10

Critica
Estaba sin un interés real en verla, pero mi sobrina quería ver una película, así que le puse una con una temática de su edad, pero claro, hoy en día es difícil que la animación de este tipo interese a un preadolescente, pero bastó con unos minutos para entender que estábamos ante una cinta realmente buena de animación y me he reído bastante.

El nombre de cada troll viene en función del nombre o imagen en la caja.

Tal vez sea porque tiene una narrativa genuinamente experimental que no trata de forzar la trama y se toma su tiempo para desarrollar un estilo propio, lo que puede desesperar a algunos acostumbrados a soluciones más directa.

El romance es un mero chiste sin pretensiones, lo que se agradece.

Posiblemente lo que más me afectó al valorar su narrativa es evitar caer en el cliché de los villanos clásicos, razón por la cual uno de los personajes que pienso debió morir, no lo hace, lo que le quita poder visual, de igual manera como pasa con los troles de caja que terminan trabajando para el antagonista.

Todo por un sombrero.

La parte más cautivante es que en ningún momento la película decide crear un universo de buenos contra malos, fuera del villano principal que está consumido por su deseo de poder pese a que le perjudique, mientras los padres de Winnie Portley-Rind (Elle Fanning) son ambiciosos y recelosos de su posición sobre sus propios sombreros blancos.

Los personajes no son estéticos, pero son preciosos y estilizados.

Mi mayor queja es el final, creo que no puedes quedar bien con todos, pero si algo pudo mejorar es el epílogo, donde me parece innecesaria la escena del padre de Winnie entregando su sombrero por su hija, si se evita al espectador el trauma de un final agridulce, igual se evita la sensación de una experiencia única y en cambio una película de temporada más como es el caso.

Recomendada.

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