Kantai Collection (2015) Reseña y crítica de la serie animada

Iniciamos el año con malas noticias y para echarle leña al fuego, Kantai Collection es una de las series animadas más estúpidas que creo se han podido estrenar este año, la segunda serie animada que veo que surge de un juego tipo cartas tipo free-to-play, como Shingeki no Bahamut: Genesis (2014) que tengo pendiente de revisar, porque es muy impresionante.

Si pudiera dividir mi calificación en dos, una parte para gráficos y otra para historia, esta serie se llevaría merecidamente cinco, es una historia moe sin ambiciones, una calca del estilo Haruhi Suzumiya que no llega a nada, no dice nada pese a tener más recursos que muchas series animadas que realmente lo merecerían y que se quedan en doce capítulos porque no hay presupuesto para más o tienen que ahorrar en animación como lo hace Kill la Kill.

La trama
En un Japón de los años 1940, la nación naciente enfrenta a uno de sus más grandes retos, no las torturas en masa en indochina, el subsecuente aplastamiento por Rusia en Manchuria y Estados Unidos en el Pacífico, no, sino contra un enemigo surgido de las profundidades del mar: Las Abyssal.

Un enemigo genérico de propósitos genéricos.

Solo las kanmusu, una división de chicas que posé el espíritu de naves de guerra del pasado, lo que significa que llevan pegadas pequeños cañones, aeronaves y toda clase de artillería, se oponen a estos misteriosos enemigos.

El típico grupo de chicas de faldas cortas y pechos grandes.

Fubuki es una chica de 14 años que se reporta para su trabajo como conscripto, encontrándose unas instalaciones militares completamente integradas y habitadas por chicas.

Qué hace una niña de 14 años en el ejército.

Fubuki se aclimata a todas y cada una de las chicas y equipos de la base, sin experiencia alguna, esta apacible vida es interrumpida por un ataque masivo de las Abyssal, este lista o no, sale a pelear para defender la paz y armonía de la base.

Incluso el Fan service falla, porque para evitar la censura tienen que mantener las faldas abajo.

Sin experiencia se enfrenta a un nuevo tipo de Abyssal que soporta todos los ataques, ella y su grupo se enfrentan a un panorama oscuro.

El enemigo también se conforma de chicas.

Al final son salvadas por Akagi, una de las más grandes peleadoras de la división de portaaviones, que convierte sus flechas en aviones pilotados por... hadas (¡pfff!) Fubuki, inspirada por su senpai desea dejar atrás sus inseguridades y convertirse en la mejor miembro de la división torpedera de la historia... aja, ja, ja.

En algún punto los escritores simplemente dejaron su cerebro en casa.

Calificación: 5/10

Crítica
Me estoy riendo a la vez que me trato de echar porras para continuar la reseña de una serie que es de lo peor de este año, no solamente por ser un desperdicio técnico/artístico, sino porque no logra en ningún momento construir una narrativa que se separe de la ridícula puesta en escena de chicas en paños menores que disparan pequeños cañoncitos emulando las cartas del videojuego del cual se está adaptando.

Me resulta aún más desconcertante como siguen apostando por el Moe que ha demostrado ser de lo más tóxico para cualquier pretensión y alcance narrativo. Dos terceras partes del episodio no se invierten en construir el marco bajo el cual funciona ese mundo resultado del ataque de los Abyssal, directamente entramos a explorar con Fubuki un encantador mundo Moe de casas de campo y restaurantes, el encantador barracón de las reclutas, la melosa camaradería, etcétera, sin que eso aporte nada a la idea de por qué están peleando o por qué es tan importante defenderse cuando todo está en ese ánimo.

Lo peor es que ni el concepto es nuevo (¿Quien puede olvidar a las Strike Witches (2008)?) En resumen, no puedo recomendarla, es mala en muchos niveles que es improductivo invertir mi tiempo en ella, solo es otra de esas series que no aspira a nada y por ende no será nada fuera de material promocional del videojuego.