La naranja mecánica (1971): Review y crítica de la película

A Clockwork orange (la naranja mecanizada), es una película dirigida por Stanley Kubrick, basada en la extraordinaria novela homónima de Anthony Burgess, aunque diametralmente opuesta a la idea original sobre la moral y su relación con la naturaleza humana.

Stanley Kubrick se decanta por sugerir la fallida búsqueda de la utopía en una sociedad moralista, al tiempo que el individuo se opone a su esencia: lo que establece la sociedad para sí y para los demás, propósitos no compartidos por éste, un visón para muchos pesimista, pues para Kubrick, el individuo alcanza la integración cuando este pierde la cordura y es eliminado o tergiversado todo rastro de bondad.

Protagonistas: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates. Una de las diez películas que todo cinéfilo y cinéfago debe ver y la única a la que he dado las cinco estrellas. Una cinta subversiva, encantador, enigmática y perfectamente construida, con uno de los finales más inteligentes de la historia del cine.

Trama
El pequeño Alex (Malcolm McDowell) es el lider de una "schaica" de adolescentes con su propio lenguaje, códigos, modas y jergas de fechorías. Siendo un idealista del despropósito y la "Ultra-violencia", sin una gota de moral, pasa los días en un bar donde con su "dorongos" beben "moloco" que dosifica la aplicación de velocet, dencrom y synthemesco.

Emprenden la cacería que los lleva por un sendero de crastar, lubilubar y cracalizar, hasta que un buen día el "brato" Alex termina traicionado por sus inseparables "dorongos", siendo condenado a 14 años en la "staja", después de acabar con la "chisna" de una "bábuchca".

Luego de hacerse drugo de un "chaplino" de la prisión y hacerse con el favor de un Ministro del gobierno interior o inferior, logra entrar en un programa de rehabilitación que promete en unas pocas semanas "rasrecearlo" en un "liudo" modelo, El proceso de rasreceación del "molodo", comenzará al ser acondicionado a tener respuestas adversas a nivel orgánico y psicológico al enfrentar cualquier situación de violencia y deseo "merscolino".

Para el pequeño Alex, todo esto es soportable con tal de obtener su libertad, su calvario comienza cuando es la música que ama profundamente, termina usada como uno de los desencadenantes a sus reflejos condicionados.

Al salir de la staja, es objeto de la incomprensión y la violencia de la sociedad que no perdona su época de "prestupnicencia", dejándolo indefenso ante sus nuevos torturadores que no dudarán en la venganza, convirtiéndole en una víctima más, aunque en un principio no merezca ninguna compasión el hermanito Alex.

Critica
Stanley Kubrick crea una de las 10 mejores películas de la historia del cine, en mi muy personal ranking, donde encontramos otras de sus obras 2001: A Space Odissey (1968) y la que es sin duda para mi, la mejor cinta de todos los tiempos Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1962).

Brillante, fresca, emotiva y vigente, A Clockwork orange logra su objetivo, alcanza cotas expresionistas irrepetibles, obra cumbre del cine critico, no es cine de género, no es ciencia ficción, ni es un mundo distópico, trasciende las fronteras del tiempo, es una metáfora del todo social que encaja en cualquier época.

Se dice que es una cinta violenta, algo que dice la gente sólo por decir a base de repeticiones, en realidad es una película con una violencia marginal, su verdadera herejía se contiene en un crudo reflejo de la sociedad, su incomprensión a la juventud, siempre sumida en un ciclo interminable de rebeldía anti-sistemática, la búsqueda de definición como individuo que parece un acto de libertad, pero al final forma parte de un proceso irremediablemente destinado a sustituir el entramado social al que reniega, englobado en una palabra; madurez.

En su búsqueda, Kubrick va más allá, el protagonista de la cinta es fiel reflejo y obra de una sociedad que se nutre precisamente de la maldad que combate y termina por ensalzarla cuando lo cree conveniente.

Más aún, esa sociedad acaba destruyendo lo único que el protagonista aprecia, su única virtud, su aprecio por la música clásica que termina criminalizada. El chico rebelde y violento, termina victimizado, roto por dentro, robada su humanidad, volviéndose un mero organismo mecanizado dictado a realizar las mismas pautas una y otra vez; la naranja mecánizada.

El final desenmascara a la sociedad hipócrita, que termina aplaudiendo bajo un velo de moralidad, que literalmente "se la cojan a la vista de todos", la verdadera recuperación de pequeño Alex para la sociedad, sucede cuando pierde la cordura, accediendo a recompensas que no merece, sólo por ser una prueba viva de la fragilidad de la moralidad y los principios que rigen la sociedad.

Resta por mencionar que Anthony Burgess escribió una obra sobre el origen de la bondad humana, pues es una obra que surge de una experiencia real -la violación de su esposa a manos de soldados norteamericanos-, pero es una visión que Kubrick no compartirá.

Resulta increíble que al eliminar el final de Burges, Kubrick cambió totalmente el mensaje y estructura de la cinta, lo que finalmente le hizo padecer la presión de grupos conservadores cristianos y moralistas que no la comprendieron. Burges defendió la obra, pero Kubrick la abonaría luego de actos violentos que fueron inspirados en su versión, Burges nunca le perdonó al Kubrick su actitud.

Burgess da una salida feliz, pero igualmente triste, el pequeño Alex crece y se da cuenta que forma parte de una gran naranja mecanizada, condenada a repetir sus ciclos indefinidamente, su búsqueda por el individualismo termina marchando apacible a integrarse con el engranaje de esta gran matriz que llamamos vida, del cual sus vivencias de juventud se vuelven horrorosos recuerdos de una época que alguna vez calificará de mejor, ¿No es verdad queridos hermanitos?

Calificación:10/10