Es el único filme de ciencia ficción de Carpenter que se desarrolla en el espacio, además de ser su única comedia y curiosamente, un filme existencialista puro.
La primera vez que la vi la ignoré totalmente cortándola a los cinco minutos de haber empezado, hoy al verla completa me he quedado frío.
Según Carpenter, su idea era hacer una versión en el espacio de la tragicomedia Esperando a Godot publicada en 1952 por Samuel Beckett, sobre la falta de significados en la vida, donde para su director y guionista, el viaje espacial equipara a un camionero en un interminable viaje hacia un destino que no le atrae, ni tiene significado, salvo por ser el único momento capaz de romper su tedio, un viaje que no desean hacer, aunque tampoco se plantean dejarlo por terrible que le resulte, algo típico en la naturaleza humana.
Si antes he dicho que me ha impresionado, debo aclarar que si no entienden de los tópicos de la ciencia ficción dura y no tienen paciencia con un primer largometraje y cinta de bajo presupuesto, no la van a soportar, así de simple -como me pasó la primera vez-, ni comprenderán porqué intencionalmente se desea que algunas escenas desesperen al espectador, ni el ridículo fondo musical Country -música de camioneros-, pues a diferencia de los directores formados después de los años setentas, antes la gente sí leía mucho y un director por muy joven que fuera, podía fácilmente conocer a grandes escritores contemporaneos y clásicos de los cuales explotar la metáfora, la ironía y el doble sentido o su corriente filosófica e ideológica.
Dark star no es solamente una parodia cómica de 2001: Una odisea del espacio (1968), sino introduce elementos bastante innovadores como los diarios personales de la nave, como un recurso para resumir y ahorrar tiempo entre tomas, explicando hechos de la tripulación, su relación e historia que serían bastante difíciles de entender sin largos planos. Una historia que además exime del glamour a los viajes espaciales e introduce un pequeño universo social en plena descomposición.
Trama (Spoilers, es mejor ver primero la película)
El teniente Doolittle (Brian Narelle), Boiler (Cal Kuniholm), Talby (Dre Pahich) y el Sargento Pinback (Dan O'Bannon), se encuentran en su tedioso trabajo de destruir planetas inestables que destruyen con cargas explosivas de una elevada inteligencia artificial.
La tripulación todavía sufre la perdida de su líder, el Comandante Powell, quien parece ser el único que podía darle un sentido positivo a la misión o que parece ser un acceso a bellos recuerdos o fantasias de tiempos mejores, su reemplazo, el Teniente Doolittle, ha perdido la brújula y el resto matan el tedio en su soledad, Talby se la pasa permanentemente en la cabina de observación de la nave, Boiler dispara con el rayo láser de la nave a lo que se mueva y el Sargento Pinbackse gasta bromas poco graciosas, llevando un diario donde muestra su narcisismo y megalomanía, a la vez que se encarga de alimentar a su odiada mascota, una especie de esfera con patas alienígena.
Pero un mal funcionamiento en la nave los llevará a un grave desperfecto que hará que una de sus bombas inteligentes se quede enganchada al puerto de la nave, sin que pueda detenerse su cuenta regresiva, teniendo que convencerla con Fenomenología, de que lo que en realidad ocurre es un error, que a su vez hace creer a la bomba que en realidad es un dios esperando por crear el universo... ¡Hágase la luz!
Crítica
Es verdad que como director de comedia John Carpenter nunca hubiese destacado, es por ello que pese a que tiene momentos hilarantes de humor negro, lo importante es el trasformo y los temas que de otra forma, quizás más seria, estaríamos hablando de un cinta imprescindible, aunque a mi me atrapó y eso que soy muy quisquilloso en cuestiones cinéfilas y de cinefágia.
La cinta contó con un presupuesto de apenas 60 mil dólares, que durante algún tiempo tuvo que rodar por festivales, pues no encontraba distribuidor. Es una película bastante corta, más si se le hubiese cortado la tediosa parte del ascensor.
En España le dieron el horroroso nombre de Aluniza como puedas, no lo he puesto porque evidentemente no parece ser un nombre oficialmente utilizado en cine, ni le hace justicia, aunque es un nombre que hace referencia a la película Airplaine! (1980) que llamaron Aterriza como puedas, protagonizada por Leslie Nielsen que en América conocemos como ¿Y donde está el piloto?
Sobre si la recomiendo o no, pues realmente no lo puedo decir categóricamente, al verla solamente sabía que era de Carpenter, descubriendo que ya la había visto en televisión, solamente que esta vez fue completa y es parecido a entender un chiste que no has captado la primera vez, pero si no se llega entender, puede odiarse, más si solamente te vas por la parte de la comedia y no por su trasfondo.
Los parecido a StarWars en algunos conceptos como la velocidad hiperespacial están presentes, pero recuerden que es una película 3 años anterior a la cinta de George Lucas, para que no duden quien influenció a quién.
Calificación: 7.5 / 10 |
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