Rick Perry enviaría tropas a México si fuera elegido presidente de E.U.

En una declaración populista y que demuestra su nulo conocimiento de México y sus leyes, Rick Perry, precandidato a las presidenciales de los Estados Unidos por parte del partido Republicano, afirmó en su discurso de la ciudad de New Hampshire, que enviaría a México las fuerzas armadas de los Estados Unidos para combatir al narco.

En su discurso que intenta atraer a más electores declaró:

“Podría requerirse de nuestras fuerzas militares en México, para trabajar en coordinación con ellos a fin de eliminar estos cárteles narcotraficantes y mantenerlos alejados de nuestras fronteras”.

Un discurso para generar una buena impresión entre electores hispanos, pero que no toca temas que a estos les interesan más, especialmente la inmigración, por lo demás, no es como si su país estuviera en condiciones de soportar una guerra más de la escala de Iraq en un país con medio territorio en manos del narco con el total apoyo de los gobiernos locales.

Yo he llegado a un punto de que no tendría el menor inconveniente de que Estados Unidos nos enviara sus tropas o por lo menos sus drones de combate. De un gobierno que simula estar luchando con el narco a otro que le gusta hacerlo a escala global, preferiría mil veces al segundo, porque la guerra del narco en México es llanamente una simulación, donde el gobierno mexicano pelea del lado de uno de los carteles, para así lograr restablecer el Status Quo anterior a la llegada del panismo al gobierno, sin que realmente desaparezca el narcotráfico a largo plazo.

Y no es que fuera mejor con la dictadura priístas, solo que todo era por debajo de la mesa, aún así, no es la primera vez que un candidato hace esa proposición y siempre termina reculando, especialmente si ganan las elecciones, lo importante es atraer el electorado con declaraciones fantasiosas.

El también gobernador de Texas, intenta captar a los hispanos y latinos, en un ambiente con poco margen de maniobra para el partido Republicano, que tiene que convencer a más electores hispanos, a pesar del apoyo total que dieron para aprobar duras leyes anti-inmigrantes, que precisamente se enfocan en los mexicanos y que les hace imposible que toquen el tema de la inmigración para no molestar a su rama ultraconservadora, el Tea Party.

Como sea, los latinos e hispanos son menos proclives a los procesos democráticos, prefiriendo gobiernos que a veces pueden ser duros y autoritarios con ellos a gobiernos más liberales, en parte por su tendencia conservadora, pero también son más viscerales a la hora de votar, algo muy problemático para un partido que ha hecho de todo para ganarse su enemistad.