Clone Wars: el fin de una era y el aburrimiento de otra

La saga Star Wars ya esta llegando a sus limites como producto, como historia y como la punta de lanza de una era donde los efectos especiales se volvian la norma en una industria siempre en decadencia. Hoy pareciera que la Guerra de las galaxias está agotada, entre el descontento de los aficionados, la competencia con series más atractivas y la poca innovación.

¿Pero que ha llevado una de las sagas que ha escrito "éxito" con tinta de oro en los muros de la historia del cine, al aburrimiento y el hastió?

Solamente George Lucas lo sabe, sea como fuere, su idea de convertir Las Guerras Clón en el Flash Gordon o el Buck Rogers de nuestra era, no parece llegar a ningún lado, con una serie plagada de episodios olvidables, personajes odiosos y moraloides sin matices.

Incluso a mí que no soy seguidor de La Guerra de la galaxias, me sorprende la manera en que el mismo Lucas mutila su propia obra, cuando décadas atrás defendía a capa y espada el mantener la obra original sin modificación alguna.

En Clon Wars ya no solamente hablamos de mutilaciones directas a la obra original, con una moral maniquea y deformada que defiende al déspota, sobre el que desafía el orden establecido, sino a la misma esencia del viaje del héroe de Joseph Campbell que da pie a La Guerra de las Galaxyas (1977), una serie de televisión errática, que no se define por un público adulto o uno adolescente, que no llega a nada, que no tiene profundidad.

Ya fue mucho con que explicaran el origen de la fuerza para cazar con una ciencia ficción de medio pelo, luego la encasillaron a una lucha del Ying y el Yang y finalmente en esta temporada, vemos sacados del cajón los típicos guiones de cajón de los años ochentas extraídos de la literatura, como el príncipe que aprende a gobernar o el que intercambia el papel con el rey al ser su gemelo idéntico del Príncipe y el mendigo de Mark Twain.

Si tuviera que ver los episodios en televisión abierta y no por Itunes, hace mucho que hubiera dejado de verlos, gracias a que puedo avanzar y saltarme las partes aburridas, pero ya fue mucho gasto en una serie sin sentido y estúpida, que no tiene chispa, ni nada que me motive a seguir viéndola y desde luego, para alguien que la ha seguido desde el primer episodio, significa tirar la toalla con todo este universo expandido de lo aburrido y tedioso.

George Lucas ha demostrado que ya no tiene nada que ofrecer al cine contemporáneo, el director que creó THX 1138 (1971) y Star Wars: A New Hope (1977) ha sido devorado por el cine de productoras que un día combatió y no tiene empacho en sacar del cajón los viejos guiones de una industria sin ideas.

Creo que ya tuve demasiado de las Boring Wars y sus secretos revelados que no interesan a nadie, después del tercer capítulo de la cuarta temporada, es muy claro que es un producto agotado, aún cuando George Lucas siga empeñado en 100 capítulos, esto es, que terminará en la quinta temporada  a manera de testamento, una pena, porque tuvo unos cuantos momento, en especial con el cazarrecompensas Cad Bane, aunque todo eso no llevaría a nada, así como toda la serie.