La historia recuerda bastante a una mezcla de El mediador (1998) con Samuel L. Jackson y El fugitivo (1993) con Harrison Ford, aunque más parecida a Enemigo Público (1998) con Will Smith, guión típico de los noventas del siglo pasado.
La trama es sobre un hombre que sale a la cornisa de un edificio, llegando la policía para intentar evitar que salte al vació, pero Nick Cassidy (Sam Worthington) al parecer tiene un pasado turbulento, un fugitivo que afirma es inocente.
La psicóloga de la policía Lydia Anderson (Elizabeth Banks) se hace cargo de la operación para evitar un horrible desenlace.
Claramente es una cinta de acción descerebrada, que puede no ser una mala opción, siempre que no esperemos una gran trama o giros de tuercas muy complejos, nos ofrece argumentos muy vistos, el ex-marino-policia-militar, que intenta demostrar su inocencia, el negociador que se vuelve el amigo y colaborador del fugado, el malo que quiere eliminarlo y la clásica vuelta de tuercas, que es el plan para demostrar su inocencia.
Muchos tiros, nada de Gore, mucha acción sin sentido y forzada, ideal para una tarde palomera.
- Dirección: Asger Leth.
- Guión: Pablo Fenjves
- Protagonistas: Sam Worthington, Elizabeth Banks, Jamie Bell y Ed Harris.
- Música: Henry Jackman.
- Fotografía: Paul Cameron.
Una película que ha roto a divido a los fans muchos culparán a sus director por querer reparar Los últimos Jedi, no es su culpa al final.
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