MicMac (2009): Review y crítica de la película

Micmacs à tire-larigot (Lit. traduc. Micmacs: Un Plan de Locos), es una película del director francés Jean-Pierre Jeunet, director de La ciudad de los niños perdidos (1995), Delicatessen (1991) y Amélie (2001) , que en México se estrenó en Septiembre de 2010, un regreso al estilo que le hizo famoso y sello característicos de sus cintas surreales y barrocas.

Sin embargo es una cinta en exceso irregular y falta de ritmo, peca de inocente y luego cachonda, no encuentra un punto medio entre lo pintoresco y lo barroco, entre lo real y absurdo.

Es una cinta llena de matices, pero sin contrastes que la hacen ver como un trabajo flojo y quizás innecesariamente largo.

Dany Boon protagoniza a Bazil el hombre con una bala en el cerebro, que es adoptado por un grupo de fenómenos.

Como curiosidad, Micmac es el nombre de una tribu americana formada por diferentes grupos de clanes asentada en Canadá.

Trama
Bazil ha perdido a su padre intentando desactivar una mina y luego a su madre que es llevada a un manicomio, al ser incapaz de manejar esa crisis, lo que lleva a Bazil a sobrevivir por su cuenta y años después, se encuentra felizmente como dependiente de una tienda de renta de videos.

Luego de un tiroteo, Bazil es herido con una bala perdida, quedándose alojada en su cabeza permanentemente, por lo que ahora es un indigente que vive al día con la idea de que en cualquier momento puede pasar al otro mundo.

Por fortuna para él, es adoptado por un grupo de peculiares personajes, vagabundos y fenómenos que le dan una segunda oportunidad para vivir entre personas.

Ahora con su nueva familia, al pasar por una calle, encuentra de casualidad juntas, a las dos compañías que le quitaron la vida, responsables de todas sus desgracias, urdiendo un plan para tomar venganza y su nueva familia, esta dispuesta a ayudarle en su empresa.

Crítica
Jeunet ha intentado hacer una película colorida y compleja, más de lo que quizás requería una historia bastante simple y tópica para su estilo, la falta de carácter del protagonista, lo hacen ver como parte de una pintura, donde el director incluso colorea en post-producción con tonos cálidos el filme, algo que termina por verse forzado para darle una magia que no tiene.

Los surreales personajes no encajan con su entorno, demasiado sobreactuados, poco convincentes como si fueran recortes de dos cintas diferentes y eso es lo que afecta el resultado final, lo mismo ocurre con unos antagonistas poco carismáticos, pero más sobrios y reales.

Si te gusta el cine de Jean-Pierre Jeunet, no sería malo echarle un vistazo, de otra forma es mejor que vayan directo a otros de sus trabajos más apreciados, caso de Amélie y La ciudad de los niños perdidos.

Calificación: 6.5/10