La ciudad de los niños perdidos (1995): Review y crítica de la pelicula

La cité des enfants perdus de los directores Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, que conocimos por estos lares con su surrealista Delicatessen (1991), es una obra maestra del cine francés distópico de un sello inconfundible, como el actor fetiche de Jeunet, el enano Dominique Pinon.

Jeunet siempre se preocupa por el ambiente interiorista de sus films, desde los cálidos coloridos del interior de las casas, hasta la fría atmósfera de los puertos y embarcaderos, mientras sus ciudades son acechadas por la nieve y neblina. Un ambiente que navega entre el romanticismo victoriano inglés, el Steampunk y las sociedades distopicas.

Resulta gracioso que con su afamada película Amelie (2001), Jean-Pierre Jeunet, era promocionado como el director de Alien: Resurrection (1997) que a mi parecer ha sido su peor de cinta, tanto es así, que su intento por ingresar al cine americano no fructificó, en parte a que este cine en particular no es compatible con su complejo y barroco lenguaje visual y argumental.

La cité des enfants perdus es una excelente forma de acercarse a un cine bastante denso y de narrativa compleja, cuya fórmula quiso repetirse sin éxito por La Cité de l'ombre (2007) que pueden conocer por el nombre; En busca de la luz, Marc Caro por su parte no volvería a dirigir con Jeunet y sus trabajos posteriores demostraron que era este último el director con verdadero talento.

Con actuaciones del eterno secundario hasta que Guillermo del Toro lo descubriera, Ron Perlman, el enano Dominique Pinon y la carismática Judith Vittet, que decidió no hacer carrera en cine retirándose en 1997, es la gran recomendación de CGnauta blog para pasar una gran tarde de cine.

Trama
En una torre petrolera, vive el malvado Krank (Daniel Emilfork), quien es incapaz de soñar. El infortunado y retorcido señor, roba los niños de la ciudad contigua que sus habitantes llaman la Ciudad de los niños perdidos, para usarlos en sus experimentos, donde intenta apropiarse de los sueños de los pequeños, pero no lo logra porque su propia maldad juega contra sus deseos, obteniendo en cambio pesadillas.

Krank es un clón, una aberración genética creada por un científico cuyo propósito era hacer una familia perfecta, pero en su lugar obtuvo una esposa traidora de ojos saltones, unos niños enanos y un enclenque que nació envejecido y quien intentó matarle.

En la ciudad, One (Ron Perlman), es un ex-cazador de ballenas que se gana la vida trabajando en un acto callejero, su apacible vida se ve interrumpida por un grupo de niños quienes roban las monedas a su pequeño hermano Denree, cuyos cuidadores acaban con la vida de su patrón -luego de que éste los encarara-.

Esa misma noche, Denree es raptado por los Ojos, una secta de ciegos que son los responsables de las desapariciones de los niños, One al intentar rescatarlo termina siendo perseguido, en su búsqueda de refugio son los mismos niños que le robaron, los únicos dispuestos a ayudarle.

Critica
Es un deleite visual que se vio desde Delicatessen (1991), y que el director Jean-Pierre Jeunet ha mantenido en Amelie (2001) y en Micmacs (2009) aunque sin esa atmósfera turbia y barroca característica de esta cinta.

Básicamente puede ser vista por toda la familia, pero tiene momentos bastante inquietantes, para muestra la escena del ciego que conecta su cámara al otro ciego, para que éste vea su propio rostro mientras es asfixiado por el primero.

En algunas escenas el director se da el lujo de jugar con los clichés, algo bastante evidente en la escena del choque del barco donde la siamesa que regenta a los niños sale victoriosa.

La atemorizante escena inicial de los Santacloses, con esa espectral figura de Daniel Emilfork, dejará helado a más de uno.

Por eso y otras cosas más, es una obligada experiencia cinefila.

Calificación 9/10