Un mes sin azucar... tiempos desesperados requieren medidas desesperadas

Ha sido un verdadero fracaso este mes en el que solo he podido bajar un kilo pese a que gane casi medio kilo de músculo y el enorme esfuerzo que supuso en ejercicio.

Me ha llegado el tiempo por los pobres resultados para bajar de peso quitándome la última adicción que me quedaba luego de los refrescos, frituras, carnes, antojitos y todas las demás delicias que he dejado atrás: El azúcar.

Sí, el azúcar en aguas frescas es lo que me tiene atado, indirectamente la última resistencia que me impide recuperar mi salud, pese a que he entrado en una etapa donde tengo una salud destacable.

Seis a siete kilos es todo lo que debo bajar, me he hecho mis primeras fotos de cuerpo completo desde hace casi cuatro meses y cielos, que horrible se ven seis/siete kilos de sobrepeso, me da tanta vergüenza ver la diferencia entre como pienso que me veo y la realidad de una cámara, pero realmente esos seis kilos ocupan tanto espacio que sigo pareciendo obeso a pesar de haber perdido 11.1 kilogramos en cuatro meses... solo imaginen como me veía con los 11 que eliminé.

Trabajo y esfuerzo desperdiciado con magras ganancias
Nuestro cuerpo y mente tiene muchos métodos para obligarnos a mantener la ingesta de azúcar y evitar menos calorías, me siento realmente mal porque este mes ha sido terriblemente intenso en ejercicio y no conseguí salvo mantener el peso y luego bajar un kilo metiendo ejercicios aún más intensos.

Para ver el tamaño del desperdicio, he caminado hasta tres horas diarias los primeros días de este mes, luego entrenamientos de media a una hora, pausé el ejercicio una semana a pesar de que no descansé un solo día con caminatas largas de cuarenta minutos para comprobar si necesitaba ejercicio en gimnasio o si solo necesitaba la caminata diaria, no hubo cambios positivos, sino que subí de peso unos cientos de gramos (sí, cientos de gramos, afortunadamente por el ritmo alocado de ejercicio).

En resumen: Una hora de ejercicio cinco veces por semana, caminatas de cuarenta minutos a una hora (casi seis horas los primeros dos días de octubre), subir y bajar siete pisos dos a cuatro veces al día todos los días sin usar el ascensor y me refiero a que esto es mi rutina diaria que a veces termino con fiebre por la descompensación de nutrientes.

Todo esto no es suficiente para bajar apenas 1.1 kilos en 20 días... ¿Qué voy a hacer cuando debería estar bajando cuatro kilos mensuales? Es más, ya debería haber llegado a mi meta de 14 y no 11 kilos.

Sí, dejé toda la comida, pero encontré otra manera de seguir comiendo; sigo tomando aguas frescas y parece que he aumentado su consumo compensando la eliminación de todas las demás comidas, es más, tomo hasta cuatro vasos grandes en la comida, mientras solo tomo agua en la mañana y en la noche... si no queda agua fresca en el refri, es mi adicción y me negaba a verlo, incluso mi presión subió, lo que fue en contra de uno de los objetivos de bajar de peso.

Lo positivo del desastre
Estaba en una medida de 15.7%  de grasa corporal hace un mes y bajé a 13.9% este mes de tanto esfuerzo con una cintura de 85 cm a 83 cm, pero esto no se refleja por desgracia en mi aspecto físico.

Por otro lado, subí 400 gramos de músculo y la ginecomastia que padecía se redujo aún más, todavía mis pectorales no son los adecuados, pero ya se están reposicionado, aunque en esto no hay noticias buenas, me tomará meses, pues los ejercicios de fondo hace menos de un mes que soy capaz de hacerlos.

Lo malo sobre lo malo
Tengo que soportar las miradas de la gente porque para desgracia de ellos hago ejercicios tan extremos y casi de grado atlético como balanceos a dos piernas y fondos, levantar mi peso con ambas manos en barras, elevarme en las argollas, el problema y la desgracia para mi, es que ellos ven una pelota dando giros, lo que seguramente desata algunas risas.

Me siento realmente mal y desanimado por esa razón, incluso un poco desesperado, eso es algo que solo alguien que está bajando de peso o hace un esfuerzo muy prolongado comprende al no ver avances, esto terminó por explicar esos extraños episodios depresivos de media tarde típicos de comer azúcar u otras adicciones conocido como el bajón.

Por eso pasaré este mes y posiblemente el siguiente sin tomar azúcar en bebidas y únicamente agua, claro, no iré tan allá como para negarme toda azúcar, porque si a esas vamos o como pasto o no hay manera de encontrar una comida que no tenga alguna clase de azúcar.

Ya les contaré que tal me fue y si ese cuerpo de pambazo que todavía tengo en la espalda y panza desaparece, algún día haré un video de mi mediocre transformación.