domingo, 9 de agosto de 2009
Equilibrium (2002): Review de la película
Que obtienes si revuelves: La naranja mecanica de Anthony Burgess, Un Mundo Feliz de Aldous Leonard Huxley, Demolition Man (1993), The Matrix (1999) y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Para el director Kurt Wimmer, Equilibrium (2002), es la respuesta correcta.
El genero de la novela Distópica Britanica anti-fascista de los años 1950-1970, donde vemos sociedades sin libertad bajo el yugo Fascista, era el equivalente norteamericano al cine de propaganda Anti-comunista que muchas veces eran financiados gracias a la políticas de agencias norteamericanas, masificando el contenido anti-soviético para su exportación.
Equilibrium en este sentido llega tarde y mal intentando crear una parodia de The Matrix, donde el deseo del protagonista por la libertad solamente se limita a poder comprar chucherias del capitalismo salvaje y no por el amor al arte, la ciencia, la literatura y el libre pensamiento.
En muchos sentidos es graciosos que sea más parecida a Total Recall (1990) en su planteamiento final para resolver sin demasiados problemas las lagunas argumentales que posee, recurriendo a viejas recetas ya muy vistas en el cine de Hollywood, como la venganza y la lucha por la "libertad".
Fuera de sus interesantes secuencias de acción, me ha sido totalmente ajeno el análisis de los posibles simbolismos que contenga, pues todos ellos son producto de copiar a otras cintas, en especial a Farenheit 451 (1966) de François Truffaut.
Trama
Libria es un régimen autoritario que surge pasada la tercera Guerra Mundial, la "humanidad" vive encerrada en un lugar donde sus emociones son controladas por medio de una droga llamada Prozium.
El gobierno está consciente que su modelo de gobierno tiene el defecto de los Ofensores sensoriales, personas que se niegan a tomar la "medicina", se crea la Clerecía grammaton una sociedad de agentes vestidos hábitos negros que se encargan de apresar y de ser necesario eliminar a estos delincuentes.
Surge entonces la resistencia, un grupo de personas que viven al margen de la sociedad, en las alcantarillas y edificios abandonados que fueron alcanzados por la gran guerra.
El clérigo tetragrammaton John Preston (Christian Bale) se da cuenta que su compañero de equipo Partridge (Sean Bean) ha robado un libro de una de sus pesquisas de material prohibido por el estado, lo que no consciente y termina con un balazo en la cabeza.
A partir de ese instante el Prozium del Clérigo Preston ya no es tan efectivo y comienza a sentir remordimientos que oculta ante los demás, en especial de su hijo quien al parecer fue capaz de delatar a su propia madre ante la Clerecía grammaton.
John Preston comienza a sentir olvidando sus dosis diaria de Prozium, recorriendo los pasos de su compañero, el gobierno por su parte incrementa su empeño en destruir a la resistencia, a quien el Clérigo Preston se está acercando.
Critica
Horrenda.
Vamos, que si me creo la historia de una sociedad drogada e insensible que vive en Libria viendo la expresiones faciales del clérigo Brandt (Taye Diggs) puede que lo permita, pero hay que ser muy noob en la ciencia ficción para creer que es una gran película.
Su fallo argumental radica en dar la impresión de que el problema no es que haya una prohibición a lo obsceno, sino a la imperiosa necesidad de consumir una hamburguesa de rata a más puro estilo de la fallida ya la vez profética Demolition Man (1993), una trama cuyo apresurado giro argumental lleva a una copia lineal de Total Recall (1990) donde el Clérigo Brand es una parodia del taxista Benny, quienes incluso para hundir más el filme, tienen gestos faciales parecidos.
Fahrenheit 451 es retazado y malentendido, el mismo título dice el propósito de la novela de Bradbury, la temperatura a la que se queman los libros, es una sociedad de la información donde las fuentes son aquellas que eviten al individuo cuestionar al sistema y formular una opinión crítica. Resulta poco afortunado comparar libre mercado y libre pensamiento.
Por otro lado, el director y el guionista no tienen a previsión documentarse sobre el propósito de la novela, que era una denuncia en el centro del capitalismo salvaje, a la paranoia del senador republicano Joseph McCarthy, quien iniciara una verdadera era del terror anti-soviética, el Macartismo, que además de la "conspiranoia" habitual, tuvo a mal prohibir libros, arte y publicaciones considerados de corte socialista o críticos a la visión americana, formando la Comisión de Actividades Anti-americanas, así como el intento de enjuiciamiento de cientos de personas sospechosas de espías.
Sea como fuere, esta impronta de The Matrix llega a ser entretenida en sus secuencias de acción y lo mejor de estar en DVD y posteriores, es que siempre podremos adelantar para saltarnos diálogos aburridos y sin lógica que nos dará al menos 15 minutos de entretenimiento.
Calificación: 3.5/10
Director: Kurt Wimmer
El genero de la novela Distópica Britanica anti-fascista de los años 1950-1970, donde vemos sociedades sin libertad bajo el yugo Fascista, era el equivalente norteamericano al cine de propaganda Anti-comunista que muchas veces eran financiados gracias a la políticas de agencias norteamericanas, masificando el contenido anti-soviético para su exportación.
Equilibrium en este sentido llega tarde y mal intentando crear una parodia de The Matrix, donde el deseo del protagonista por la libertad solamente se limita a poder comprar chucherias del capitalismo salvaje y no por el amor al arte, la ciencia, la literatura y el libre pensamiento.
En muchos sentidos es graciosos que sea más parecida a Total Recall (1990) en su planteamiento final para resolver sin demasiados problemas las lagunas argumentales que posee, recurriendo a viejas recetas ya muy vistas en el cine de Hollywood, como la venganza y la lucha por la "libertad".
Fuera de sus interesantes secuencias de acción, me ha sido totalmente ajeno el análisis de los posibles simbolismos que contenga, pues todos ellos son producto de copiar a otras cintas, en especial a Farenheit 451 (1966) de François Truffaut.
Trama
Libria es un régimen autoritario que surge pasada la tercera Guerra Mundial, la "humanidad" vive encerrada en un lugar donde sus emociones son controladas por medio de una droga llamada Prozium.
El gobierno está consciente que su modelo de gobierno tiene el defecto de los Ofensores sensoriales, personas que se niegan a tomar la "medicina", se crea la Clerecía grammaton una sociedad de agentes vestidos hábitos negros que se encargan de apresar y de ser necesario eliminar a estos delincuentes.
Surge entonces la resistencia, un grupo de personas que viven al margen de la sociedad, en las alcantarillas y edificios abandonados que fueron alcanzados por la gran guerra.
El clérigo tetragrammaton John Preston (Christian Bale) se da cuenta que su compañero de equipo Partridge (Sean Bean) ha robado un libro de una de sus pesquisas de material prohibido por el estado, lo que no consciente y termina con un balazo en la cabeza.
A partir de ese instante el Prozium del Clérigo Preston ya no es tan efectivo y comienza a sentir remordimientos que oculta ante los demás, en especial de su hijo quien al parecer fue capaz de delatar a su propia madre ante la Clerecía grammaton.
John Preston comienza a sentir olvidando sus dosis diaria de Prozium, recorriendo los pasos de su compañero, el gobierno por su parte incrementa su empeño en destruir a la resistencia, a quien el Clérigo Preston se está acercando.
Critica
Horrenda.
Vamos, que si me creo la historia de una sociedad drogada e insensible que vive en Libria viendo la expresiones faciales del clérigo Brandt (Taye Diggs) puede que lo permita, pero hay que ser muy noob en la ciencia ficción para creer que es una gran película.
Su fallo argumental radica en dar la impresión de que el problema no es que haya una prohibición a lo obsceno, sino a la imperiosa necesidad de consumir una hamburguesa de rata a más puro estilo de la fallida ya la vez profética Demolition Man (1993), una trama cuyo apresurado giro argumental lleva a una copia lineal de Total Recall (1990) donde el Clérigo Brand es una parodia del taxista Benny, quienes incluso para hundir más el filme, tienen gestos faciales parecidos.
Fahrenheit 451 es retazado y malentendido, el mismo título dice el propósito de la novela de Bradbury, la temperatura a la que se queman los libros, es una sociedad de la información donde las fuentes son aquellas que eviten al individuo cuestionar al sistema y formular una opinión crítica. Resulta poco afortunado comparar libre mercado y libre pensamiento.
Por otro lado, el director y el guionista no tienen a previsión documentarse sobre el propósito de la novela, que era una denuncia en el centro del capitalismo salvaje, a la paranoia del senador republicano Joseph McCarthy, quien iniciara una verdadera era del terror anti-soviética, el Macartismo, que además de la "conspiranoia" habitual, tuvo a mal prohibir libros, arte y publicaciones considerados de corte socialista o críticos a la visión americana, formando la Comisión de Actividades Anti-americanas, así como el intento de enjuiciamiento de cientos de personas sospechosas de espías.
Sea como fuere, esta impronta de The Matrix llega a ser entretenida en sus secuencias de acción y lo mejor de estar en DVD y posteriores, es que siempre podremos adelantar para saltarnos diálogos aburridos y sin lógica que nos dará al menos 15 minutos de entretenimiento.
Calificación: 3.5/10
Director: Kurt Wimmer
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