Pyongyang: Una jornada a Corea del Norte (2004): Review y analisis de la novela gráfica

Si hay una novela gráfica que hable de forma franca y convincente sobre lo que son las dictaduras, esa es Pyongyang: A Journey in North Korea del canadiense Guy Delisle, quien se pasó dos meses en aquel país que sufre una de las más oscuras dictaduras coorporativas del mundo.

Alguien asiduo a las teorías del bienestar capitalista diría que es un sistema comunista totalitario, sin embargo, Corea del Norte es más parecido a un estado medieval, una monarquía absolutista, aderezada de Estalinismo de cajón con sus prácticas del culto a la personalidad que presume de ser una Autarquía, fracasando en esto último, cuyos dirigentes elevados así mismos a la categoría de dioses, no son comunistas, pues se benefician de los placeres del capitalismo que niegan a su población, sumida en el oscurantismo del control de masas que Hitler mismo envidiaría.

A pesar de ello, Delisle no condena a Corea del Norte, no porque le falten ganas, sino porque sería hipócrita, él está en aquel país para reducir los costes de la producción de animación para una compañía francesa, que como muchas otras empresas que se benefician de la dictadura y su extraordinariamente barata mano de obra técnica, incluso menor que la de China, mostrándonos que el sentido puramente utilitario del capitalismo.

Guy Delisle

Delisle nos lleva de paseo por un país que parece salido de otro planeta, no solamente por su cultura, sino por ser lo totalmente opuesto a la sociedad que conoce.

Una persona acostumbrada a la libertad, de pronto le dan un ramo de rosas para que vaya a un monumento y postre sus respetos a la estatua del presidente eterno del país Kim il-Sung, su primer autócrata.
Reemplazado por Kim Jong-il, quien ha obligado a la población a llamarlo a su vez como Querido Líder o el Gran Dirigente, cuya biografía dice que su nacimiento fue presagiado por una golondrina y señalado con la aparición de una nueva estrella en el cielo y un doble arco iris sobre la montaña, vamos que ni Cristo.

Pasa sus noches en un edificio recluido, mientras gran parte de la noche no hay luz y los apagones son constantes, salvo cuando hay alguna visita oficial, en las que sacia su apetito del bufete ofrecido a los compradores de armas. Sus viajes son observados y anotados por su guía y traductor, que no dudan en conducirlo a su doctrina, aunque generalmente con un mal sabor de boca.

El arma más peligrosa, un libro; 1984 de Orwell

Pyongyang es una obra con corazón propio que nos muestra desde el lado más humano y comprensivo, los choques entre la libertad y un sistema sin pies ni cabeza, cuyas canciones alaban los descubrimientos científicos, políticos y militares ficticios de sus líderes, los miles de libros que se atribuye haber escrito el Querido Lider para crear su supuesta filosofía del Juche hacia el éxito del estado perfecto, a pesar de sus aberraciones, donde su propio hijo ex-aspirante a sucederlo, Kim Jong-nam, en 2001 fue arrestado cuando intentaba visitar DisneyWorld Tokio con un pasaporte falso, mientras su propio pueblo se moría de hambre.

La viñeta de la chapa de Kim Jong-il y su hijo, impresionante.

Finalmente Delisle no intenta pelear contra lo que ha visto, sabe que saldría derrotado, vive la experiencia para contarnos un cuento donde la amistad es posible, donde se descubren advertencias para los que están dispuestos a ofrecer sus libertades por vagas seguridades, tan ficticias como las amenazas que les han enseñado a temer, para ejemplo tenemos a George Bush y su acta "Patriótica".

Una lectura imprescindible, sin duda una de la mejores novelas gráficas que haya leído nunca, a la altura de La guerra interminable de Joe Haldeman y Marvano, única.

Este artículos se encuentra sujeto a cambios y mejoras.

PYONGYANG, Delisle Guy, Colección Sillón Orejero, 2004, B/N. 184 páginas.
ISBN: 978-84-96815-05-6