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Manji y Rin continúan con la caza de los miembros originales de Itto Ryu, Rin encuentra un chico mal educado llamado Renzo Araya que se pone en su camino, que luego resultará ser hijo del uno de los hombres que están buscando.
Kawakami Araya vende máscaras y es allí donde se encuentra con Manji, ambos saben que algo pasará entre ambos... me refiero... a que cruzarán espadas... ah..., me refiero, a que se enfrentarán 😊, pero se contienen cuando el hijo de Kawakami aparece, Fiu.
El abuelo de Rin habla con ella sobre lo que es la venganza, debido a lo que el chico le hace y le habla de cómo una tontería puede derivar en un ciclo de violencia.
Un espadachín culpa a Renzo de que le rompiera su sandalia y pretende matarle, pero ella se ofrece a repararla, ella le dice que es miembro del dojo de Asano, pero ese se burla por que para él es un clan desaparecido y mete su pie entre la entrepierna de Rin mientras ella repara el calzado.
Ella le dice lo peligroso que ha hecho y a su pregunta, le responde que sus padres fueron asesinados, esta le dice que fue Itto Ryu, el chico no sabe a quienes se refiere, lo que le extraña porque su padre es de Itto Ryu.
Manji descubre que ella se ha ido sin su espada en busca del hombre de las máscaras.
Ella no pretende acabar con el enemigo esta vez, sino hablar con este sobre lo que le ha hecho y el odio que lleva en su interior. Ahí sabemos que este evitó que la madre de Rin tomase su vida y con sus técnicas con sangre, la hizo que no pudiera moverse para que otros y posiblemente él mismo, abusaran de ella enfrente de Rin.
Rin no entiende el ciclo en el cual esta envuelta y justificándose en Renzo, dice que no le matará porque de otra manera el niño acabará como ella.
Kawakami le dice que se equivoca, es un ojo contra otro ojo. Él no es un samurái, sino un vago delincuente sin honor, y no pretende que nadie sepa de su pasado y es capaz de dominar a Rin y dormirla con sus técnica de sangre, en el fondo es un asesino despiadado con una máscara.
Manji la salva y este no derrota a Kawakami salvo con su inmortalidad, hiriéndole, este le pide que lo acabe porque Rin no es capaz. Sabe que el ciclo no acabará, es parte de la vida. Rin suplica para que Manji no tome su vida.
Renzo presencia el hecho y atraviesa a Manji pensando que este quiere matarlo (en realidad este intenta que Renzo lo ataque para que finja su muerte).
Toma el brazo de Manji para fingir que ella ha enterrado el cuerpo de Manji, evitando que Renzo parta en busca del asesino de su padre.
Calificación: 9.4/10 |
Kawakami sí abusó de la madre de Rin y disfrutó el hecho de que ella no podía hacer nada mientras conservaba su angustia. Este dice que finalmente la violencia es un ciclo que continua por inercia y es muy inocente por parte de Rin decidir cuando su venganza puede ser amable, quien busca venganza debe arrasar como una fuerza de la naturaleza con todo el que se oponga y no dejar cabos sueltos o no parará.
Desde la perspectiva de Renzo, atestigua una escena similar a la de Rin y su familia; al final todos pensarán que son merecedores de la justicia y que alguien debe ser castigado por un acto injusto, dado que los hijos o familiares no sabrán el contexto que originó el acto que inició la venganza.
Anotsu le explicó a Rin que su dojo administraba un poder y era de esperarse que alguien les desafiase, no era una injusticia, pues si el poder hubiera sido sólido, nadie les habría podido derrotar, pero ella considera injusto que a la falta de fuerza de su propio clan, ojos les derrotaran como lo hicieron.
Los personajes no son buenos o malos, son humanos que han decidido seguir cierto camino y el resultado de sus actos son inevitables, así es la vida. Incluso Magatsu peca de inocencia al tratar de darle un final honorable a la madre de Rin, él está entre gente desalmada, debería saberlo.
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