El día que la Agencia Venezolana de Noticias se quedó callada

Dicen por ahí y no en balde, que "el muerto y el arrimado a los tres días apesta". Hoy parece que le ha sucedido a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), creada por Chávez para la promoción de su revolución, la cual se ha quedado literalmente callada frente al avance de las fuerzas rebeldes a la fortaleza en Tripoli de su amigo Muamar el Gadafi, pese a que durante todo el conflicto -y en algunos momentos sin información disponible- eran la única fuente que saturaba de noticias los medios para presentar su verdad, tanto en Televisión (TeleSUR), Radio e Internet.

Todo esto pese a tener un privilegiado corresponsal en Tripoli, que "revelaba y evidenciaba" el amarillismo y las mentiras de la campaña mediática del Imperio, Occidente y Al-Jazeera (Agencia de Noticias de Qatar).

Prácticamente desde ayer ha guardado silencio absoluto respecto a lo ocurrido en Libia, lo mismo ha pasado con Russia Today (RT), quien ha desaparecido del conflicto, pese a que en la madrugada de 21 de Agosto desmentía el levantamiento armado en Tripoli con testigos in situ.

De momento es claro que hay una guerra mediática o de desinformación en Libia, es parte de la guerra psicológica necesaria para evitar que la gente cree un baño de sangre en la búsqueda de una victoria de un régimen moribundo que en televisión se muestra victorioso, y darle la oportunidad a las fuerzas que siguen por contrato al dictador, hacerse a un lado, lo ingenuo es pensar que solamente los Rebeldes y sus aliados lo practican.

Nadie garantiza que los días de Gadafi esté contados, pero al menos aquellos que aspiran a gobiernos perpetuos, pueden claramente ver un reflejo de su situación futura y no porque esté con aquellos que ven al mundo como su patio trasero como Estados Unidos o Europa, sino que cuando el pueblo pide hay que ser juiciosos y obedecer.

Los rebeldes ya claman haber capturado al hijo del dictador, quien aspiraba a sucederle, Seif El Islam, puede ser parte de esta guerra mediática, pero de ocurrir en realidad, será el inevitable trofeo de la realidad ante la ficción, que ninguna guerra mediática puede ofrecer.

Esperemos que el presidente Hugo Chavez recupere el juicio y detenga la cubanización de Venezuela, en su búsqueda de ser considerado el "liberador de América" que nunca llegará a ser.