Heartbeeps (1981): Review y crítica de la película

Heartbeeps o Sonidos del corazón (Títulos en español desconocido) es una película de ciencia ficción ligera de los años ochentas del siglo XX, dirigida por Allan Arkush, veterano director de telefilmes, quien recientemente ha participado en Heroes (2006 - 2010) y Helcats (2010), guionizada por John Hill, escritor de capítulos de la serie Quantum Leap (1989) y con la excelente instrumentación musical con sintetizador de John Williams.

Recuerdo haberla visto en Televisión bajo el título: Latidos del Corazón, aun que mi memoria puede no ser tan precisa debido a mi dislexia, como sea, una de la películas que guardo un bonito recuerdo, aunque como siempre, la revisión de película antiguas que uno considera "mágicas" es altamente no recomendable, pues finalmente ese recuerdo puede volver contra uno -como pasa con todas las películas "fresas" de Steven Spielberg-, al darnos cuenta que lo consideramos de niños un recuerdo inolvidable e imprescindible, se puede volver una suerte de vergüenza al decir: ¡sí, lo reconozco, me gustaba!

Heartbeeps fue protagonizada por el fallecido actor Andy Kaufman en su papel del robot Val, quien era el Jim Carrey de los años setentas, en su intento por lograr protagonizar su propia película, que con el fracaso de Heartbeeps se vió truncado, moriría en 1984 debido al cáncer de pulmón.

Trama
Val Com 17485 (Andy Kaufman), es un robot diseñado para ser un mayordomo especializado en productos de madera, que es puesto junto a Aqua Com 89045 (Bernadette Peters), otro robot diseñado para ser un ama de llaves, cuya función principal es servir en fiestas de Piscinas.

Ambos esperan ser reparados, pero por alguno extraño motivo se enamoran y deciden huir de la fábrica a donde se les ha enviado, robando una camioneta de la empresa para ello.

Se embarcan en una búsqueda para encontrar un lugar para vivir, así como satisfacer sus necesidades más inmediatas como el suministro de energía.

Crean un pequeño robot llamado Phil, construido con piezas de repuesto, a quienes tratan como su hijo, a quienes se une Catskill, un robot diseñado para el entretenimiento. El camino de los robots no es fácil, pues un robot Caza-criminales los persigue para destruirlos.

Crítica
Siempre, al ver una película de los años ochentas, hay que tener en mente ciertas concesiones para un cine que muchas veces hace una ejemplar muestra de mala ciencia y lógica absurda, digo, si se tragaron el tiro imposible de Luke Skywalker en Star Wars (1977) o que los Ewooks derrotaran al Imperio en El regreso del Jedi (1983), el resto entra fácil con pura saliva.

A pesar de sus fallos, su ligereza narrativa, me sigue gustando si la considero dentro de su género y la fecha en que se hizo o el presupuesto con que contó, no voy a irme al extremo de muchos de compararla con A.I. Artificial Intelligence (2001), la cinta de Steven Spielberg, que sí, está inspirada en Heartbeeps, esta a su vez en el Mago de OZ (1939), pero no están en la misma liga y le tengo mucha aversión al cine de Spielberg.

El CrimeBuster está inspirado en los Daleks, aunque su construcción es tan cutre, que en la escena de la fiesta -en la que irrumpe buscando a los fugados- se observa que el chasis casi se destroza por el golpe contra unos muebles.

El final de la película no tiene una mecánica lógica fuera de la intensión del mismo guión de dar a Catskill una perspectiva diferente a su apariencia maliciosa, brindándole a Phil la oportunidad de sobrevivir, pese a que sus padres, ni él, logren escapar de su destino. Sin embargo, da la sensación que al forzar un final o epílogo feliz la historia simplemente se desinfla.

Puede ser aburrida, sí, con el doblaje latino es más entretenida, mientras que en la original Crimebuster parece la voz de un afroamericano del Bronx en la era de la música disco, pero si te sabes las reglas del cine ochentero, segura la disfrutarás.

Calificación: 6.5/10