Bahubali: El inicio (2017) Reseña de la película - Los indios tienen su propio Star Wars

Fui a ver los Avenger: Infinity War, lo sé, lo sé, odio en mi interior las películas de superhéroes, pero uno puede caer en la tentación de vez en cuando, una de las razones de que he dejado de ver cine es porque la saturación de esta clase de películas son bastante agobiantes y el interés de crear trilogías es mucho peor que odiar al actor que interpreta Tony Stark.

Lo más gracioso de ver Bahabali en sus casi tres horas de duración de números de baile, peleas y drama, fue prácticamente, semanas después de ver en Infinity War la misma película, que si hubiera durado media hora menos habría sido una experiencia mucho mejor, porque me he quedado dormido a la mitad, es como pasar al Mahabharata a formato película.

Es una de las historias más densas de entender si no sabes nada de la cultura india. Sivudu, el personaje protagonista es una especie de Hércules que es bastante machista, lo que no es malo si tenemos en cuenta que no es un hombre blanco, lo único que a las feministas blancas les interesa.

En el antiguo reino de Mahishmathi, una mujer que lleva a un bebé es perseguida por un grupo de soldados, cae por una cascada enorme, pero antes de morir, sostiene al bebé sobre su mano, en un milagro que permite al bebé mantenerlo a salvo.

El conflicto entre dos aspirantes a rey que parecen la misma persona.

El bebé es rescatado por los aldeanos locales y adoptado por Sanga y su esposo. Recibiendo el nombre de Shivudu, quien crecerá para ser un hombre que es la encarnación de un poder oculto.

Shivudu se obsesiona con la idea de subir la colina cuando una mujer aparece cantando para invitarle a subir la cascada.

Esa mujer no es real, es una premonición del futuro que le invita a subir hasta llegar a la cima, lo que le llevará a descubrir su linaje y misterio oculto y entrar en un conflicto de proporciones épicas como el Mahabharata.

Ah, esas lonjitas...

Calificación: 7.9/10

Es el tipo de películas que son interminables como Ben-Hur o la adaptación de la Biblia, se vuelve una trama confusa al meter tantas líneas argumentales y un exceso de melodrama, es la primer mega producción india que he visto y según se dice la más cara de la historia, lo que incluye su secuela, la duración es una salvajada que si llegas al final sin dormirte, te daré una medalla, porque yo francamente no he sido capaz.
La película debió terminar en muchos puntos, pero se alarga tanto que la dispersión narrativa es bastante fuerte porque pareciera que no conoces a los personajes y cuando el malo, el bueno y el padre se parecen (el villano no es el mismo actor), tienes esa sensación de estar viendo una película diferente pese a que la intención es una narración más como un relato de aventura que propiamente una película de tres actos.

Cuando no entiendes de donde salió realmente el personaje y tiendes a pensar que es el reencarnado rey Amarendra Baahubali y bueno, te pierdes la explicación cuando caes dormido para saber que es el hijo.

Eso sí, la parte de los tatuajes que pone Shivudu a Avanthika y es bastante divertida, en estos tiempos habría sido censurada en occidente bajo acusaciones de normalizar el acoso, creo que es un mujeron que se retrotrae para convertirse en la princesa del cuento, o sea, esta es una clase de cinta que requieren bajarle al machismo, de igual manera que en Hollywood deben bajarle al feminismo, son en ambos casos exagerados.