Seisen Cerberus Ryuukoku no Fatalite (2016): Reseña y crítica de la serie de anime

Inicia el segundo trimestre del año en curso y tenemos un montón de series de fantasía tipo RPG, pareciera que se coordinaran entre ellos para saturar el mercado con las mismas historias.

Algunas, como Re:Zero, entran con el pie derecho con una historia que es lo mismo de siempre, pero adaptada a lo grande, con un derroche de recursos y técnica.

Otras como Endride y la misma Seisen Cerberus, son lo contrario, una de las peores del género apenas lanzadas luego del cierre de temporada de dos grandes adaptaciones como Konosuba o Grimgar de Fantasía y Ceniza.

La historia nos habla del continente Kunan, Daganzor, el dragón más poderoso de la historia, ha destruido las tierras a lo largo de los reinos.

Bairo y Kismitete, junto a decenas de magos, ofrecen sus vidas en la búsqueda de sellarlo en una dimensión vacía.

Por desgracia fallan y solo su hijo Hiiro sobrevive, recibiendo una marca en su cuerpo que hace que comparta el destino con el dragón, mismo que desaparece de la faz de la tierra en una poderosa explosión.

A sus dieciséis años, Hiiro emprende la búsqueda del dragón para vengar la muerte de sus padres, encontrando los restos del mundo dejado por Daganzor.

Lo más extraño ocurre cuando al tratar de defender a un niño de las villanías de un abusivo Lord, el dragón despierta al encontrarse el príncipe en peligro.

Calificación: 5.9/10

Crítica
Sin duda no es la manera de desarrollar a un protagonista, en el primer episodio -donde se supone que el espectador decide si continuar viendo una serie, la animación no es la mejor, los diálogos son acartonados y el héroe es unidimensional, construido a base de clichés que se contradicen entre sí (el personaje se muestra oscuro cuando en realidad es muy bueno) y que copia cosas tan evidentes como la marca de Harry Potter y de Naruto -que es a su vez una copia de Harry Potter con la marca del Zorro de nueve colas.

Si hay una serie que se pueden saltar, esta es una de ellas.