Warcraft (2016): Reseña y crítica de la película

Una de las cosas que demuestran las películas como Warcraft, es que el cine de acción depende mucho de la marca y luego de la marea de la crítica que puede hacer a una generación de milenios a ir al cine o pasar de largo, pero esto enfocado en Estados Unidos, donde se ha vuelto muy común caminar hacia los extremos.

Warcraft, basado en el juego de Blizzart Entertainment de World of Warcraft, llega bajo la dirección de Duncan Jones, director de Código Fuente y Moon que hace su primer superproducción que ha recibido opiniones mixtas.

Creo que es una película irregular en un inicio con esa imitación del estilo de El Señor de los anillos que llega a desesperar, pero una vez inicia realmente se disfruta y me parece impresionante la manera en que los orcos del trailer se ven tan poco realistas y cuando los ves en la pantalla grande es ultrarealista.

Como pasa en esta época de sensiblería, no, Warcraf no es El señor de los anillos, pero su parecido no es tan importante, sí el hecho de que no adapte al pie de la letra una historia que se cuenta en infinidad de juegos y actualizaciones de la franquicia, digo, como si hubiera una buena adaptación de videojuegos que nos pudiese llevar al detalle de tanta quisquillocería.

La película no fue un éxito en Estados Unidos, pero a los asiáticos les encantó, porque finalmente es el tipo de historias que les gustan.

Trama
La horda de los Orcos destruye un mundo desconocido mediante el uso de una extraña hechicería llamada "magia vil" que es controlada por su líder, Gul'dan (Daniel Wu), quien luego de destruir su mundo, se ha pasado de mundo en mundo consumiendo la vida en cada uno de ellos.

Requiere de miles de personas para abrir el portal al siguiente mundo y así, llega a Azeroth, el lugar donde humanos y otras especies mágicas habitan en paz.

Durotan (Toby Kebbell), jefe del clan Frostwolf, forma parte de la primer partida de invasores que atacan Azeroth sin piedad.

Khadgar (Ben Schnetzer), un mago renegado, es el primero en notar que los asesinatos de los orcos no son por muertes en combates, sino provocadas por la magia vil.

Anduin Lothar (Travis Fimmel), uno de los comandantes del Reino de Stormwind, le lleva con su rey una vez entiende que lo que dice no es mentira.

Medivh (Ben Foster), el Guardián de Tirisfal, quien guarda la paz de Azeroth, no informa nada y se limita a seguir en sus asuntos, pero Khadgar continúa investigado, seguro de que los invasores no llegaron a Azeroth por casualidad, alguien les invitó a llegar.

Lothar conoce a una Orco llamada Garona (Paula Patton), cuyo padre es humano, ella le revelará quienes son los Orcos y su líder, eso le llevará a reunirse con Durotan, quien tiene dudas de las acciones de Gul'dan y desea aliarse con los humanos para derrocarlo.

Pero un traidor revela el plan a Gul'dan lo que hará que humanos y orcos luchen por su propia sobrevivencia.

Calificación: 7.2/10

Crítica
Realmente me ha gustado esta película, su pecado es no haber construido su propia huella y querer imitar el estilo pasivo-paisajista de Peter Jackson que se antoja algo contraproducente en extremo, casi la primera hora se la gastan de ir de un sitio a otro sin ton ni son y desesperando en extremo que puedes acabar tirando la toalla hasta que la película realmente empieza.

De los personajes, especialmente Khadgar (Ben Schnetzer) destaca por ser un personaje sin carisma y mal actuado, pero con Medivh (Ben Foster) no sé sinceramente cómo un actor tan sobreactuado e histriónico pasó el filtro de casting, puede que el presupuesto de más de cien millones, que enteramente se gastó en efecto, haya sido el responsable de tan penosas opciones.

El amor entre Garona y Lothar no funciona, lo debieron abordar desde una perspectiva de amigos, porque ya estoy harto del rey y la reina de la fiesta como modelo de relación.

Y hablando de reyes, el rey Llane interpretado por Dominic Cooper, se lleva el premio al actor menos destacable del reparto, prácticamente no hace nada y solo sirve como el gancho narrativo sacrificable, lo que es literal.

Lo mejor de la cinta se encuentra en las actuaciones de los personajes digitales: los orcos, quienes son los que realmente se llevan la historia con interpretaciones más humanas que sus contrapartes de carne y hueso, a pesar de que se basan en cosas que ya se han visto antes, incluso las partes más dramáticas, como el niño en la cesta que es dejado en el rio en plan Moises (Que es a su vez inspirado de Sargón I de Acad).

Finalmente es una película entretenida, solo tienes que darte el tiempo para llegar al final, recomendable, pero una cinta del montón.

*Me tardé en publicar esta reseña, es que se me había olvidado completamente publicarla a pesar de que ya estaba hecha... je, je, creo que tengo varias reseñas en este momento en esa misma situación.