jueves, 4 de diciembre de 2008
PRI y PAN apoyan la discución de la Pena de muerte
Al fin, después de tanto esperar, haber si tienen algo de conciencia esos diputados y senadores, así entonces se dignen a aprobar la pena capital para secuestradores y narcotraficantes, que por lo general se nutren de las filas del último.
Es evidente que con el fracaso del plan de Felipe Calderón para combatir el crimen, sacando a pasear a un mediocre ejercito mexicano, que no cuenta con herramientas de inteligencia, ni despliegue de fuerza adecuada a los medios de los delincuentes, menos cuando el gobierno tiene que pedir permiso a los norteamericanos para comprar material bélico ruso, que son las penas capitales las que pueden atenuar la enorme violencia de estos grupos que se apropian de las calles del país.
Y es cierto que la pena capital no es la solución, por si sola, pero siempre será reconfortante para las victimas y sus familiares, asegurarse que malos policías, delincuentes y secuestradores no se chuleen de su impunidad.
Hace casi 11 años de que a uno de mis primos por parte de mi padre fue asesinado en su casa a cuchilladas en el Estado de México y con total impunidad los responsables siguen libres y están aquellos que nos asaltan, roban y amedrentan.
México es un país de impunidades para políticos y gente con dinero, donde protestamos porqué los ricos hijos de los empresario fallecen, pero ignoramos los decesos en las mismas condiciones de niños más pequeños sólo porque pobreza es una palabra que se marca profundo en la piel.
El gobernador de Coahuila, el priista Humberto Moreira, es el primer gobernador de un estado que pide la implementación de la pena capital, que desde 1961 no se implementa.
No podemos vivir escondidos, ni dominados por el miedo de que nos puedan asaltar en cada esquina, esto debe parar, es claro que el sistema de justicia mexicano es incapaz de rehabilitar a los presos y peor aún son escuelas del crimen.
El mocha orejas, la mata viejitas, la banda de la flor, los zetas, los policias corruptos, son nombres de nuestros verdugos, ellos si matan, si torturan, no se les puede rehabilitar, están más allá del sistema o forman parte del mis, son los corruptores y como pasa con el aborto, por motivos religiosos o como pretexto del respeto a los derechos humanos, muchos les defienden, pero ¿y nosotros?
Yo doy mi total respaldo para que se implemente la pena capital en México y apoyaré incluso al espurio gobierno de Calderón y culparé con mi voto en contra cualquiera que me impida ver las cabezas de los secuestradores y narcotraficantes, como lo hicieran con el "disque" padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, clavadas en una estaca en la Alhóndiga de Granaditas, ese día habrá fiesta, seguro quedas y vas.
Es evidente que con el fracaso del plan de Felipe Calderón para combatir el crimen, sacando a pasear a un mediocre ejercito mexicano, que no cuenta con herramientas de inteligencia, ni despliegue de fuerza adecuada a los medios de los delincuentes, menos cuando el gobierno tiene que pedir permiso a los norteamericanos para comprar material bélico ruso, que son las penas capitales las que pueden atenuar la enorme violencia de estos grupos que se apropian de las calles del país.
Y es cierto que la pena capital no es la solución, por si sola, pero siempre será reconfortante para las victimas y sus familiares, asegurarse que malos policías, delincuentes y secuestradores no se chuleen de su impunidad.
Hace casi 11 años de que a uno de mis primos por parte de mi padre fue asesinado en su casa a cuchilladas en el Estado de México y con total impunidad los responsables siguen libres y están aquellos que nos asaltan, roban y amedrentan.
México es un país de impunidades para políticos y gente con dinero, donde protestamos porqué los ricos hijos de los empresario fallecen, pero ignoramos los decesos en las mismas condiciones de niños más pequeños sólo porque pobreza es una palabra que se marca profundo en la piel.
El gobernador de Coahuila, el priista Humberto Moreira, es el primer gobernador de un estado que pide la implementación de la pena capital, que desde 1961 no se implementa.
No podemos vivir escondidos, ni dominados por el miedo de que nos puedan asaltar en cada esquina, esto debe parar, es claro que el sistema de justicia mexicano es incapaz de rehabilitar a los presos y peor aún son escuelas del crimen.
El mocha orejas, la mata viejitas, la banda de la flor, los zetas, los policias corruptos, son nombres de nuestros verdugos, ellos si matan, si torturan, no se les puede rehabilitar, están más allá del sistema o forman parte del mis, son los corruptores y como pasa con el aborto, por motivos religiosos o como pretexto del respeto a los derechos humanos, muchos les defienden, pero ¿y nosotros?
Yo doy mi total respaldo para que se implemente la pena capital en México y apoyaré incluso al espurio gobierno de Calderón y culparé con mi voto en contra cualquiera que me impida ver las cabezas de los secuestradores y narcotraficantes, como lo hicieran con el "disque" padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, clavadas en una estaca en la Alhóndiga de Granaditas, ese día habrá fiesta, seguro quedas y vas.
Categorias:
Libertad de expresión,
México,
Pensamiento
Comentarios y Consultas
Los mensajes serán revisados a veces. No te olvides que soy una persona, no se trata de faltar al respeto, todos tenemos opiniones, no hay que enojarse.
Puedes marcar Notificarme para recibir la notificación de la respuesta.
2 comentarios:
pues si los delincuentes ya quedan impunes, que te hace pensar que por la simple implementación de la pena de muerte ahora sí van a ser castigados? Creo que de esta manera sólo se va a matar mas inocentes (aunque quizás sea mejor la muerte que estar en una cárcel mexicana) y si acaso solo mataran a uno que otro peón. Los verdaderos delincuentes, los cerebros detrás del narco y otros, seguirán libres e impunes.
ResponderBorrarEl problema en México es que nada solucionara la violencia reinante en el país, la pena de muerte sacaría de circulación a grandes maestros del crimen.
ResponderBorrarLa pena de muerte no resuelve nada, pero compensa a un familia que quiere justicia y la promesa de que sus agresores no salgan libres en un sistema carcelario corrupto y puedan desquitarse con los que los llevaron a la cárcel.
Lo siento, pero cuando un taxista intentó secuestrar a mi hermana y quedó totalmente impune, tanto así que incluso lo veía circular por la avenida sin ningún problema.
La solución para mi es clara. No se les puede reformar, hay que eliminarlos.