Con mirada perdida en una feliz muchacha americana, de esas "conscientes" ecologistas preocupadas por los gorilas en peligro de extinción, que muestran un lujoso, juvenil y ecológico Blackberry, un niño congolés desnutrido y andrajoso, con unas manos llenas de yagas y cortadas, mira una realidad diametralmente opuesta a la suya, no tiene idea, no sabe que es gracias a su esclavizante trabajo, que esa ecologista de medio pelo sostiene su excitante estilo de vida.
Los lujosos Ipod de 400 dólares, se presumen un artículo del mundo que está en la cúspide de los éxitos y logros de los occidentales y sus políticas. Muy lejos, muy lejos queda el tercer mundo, cubierto por una imaginaria veneciana entrecerrada, donde se asoman los ojos de los pobres, esos ojos anónimos que dejan su vida en pozos clandestinos, apagados por el polvo que corroe su superficie.
El nuevo color del oro es azul y tiene un nombre seductor, Coltán. Cada año, decenas de miles de niños trabajan de esclavos, para que las compañías Europeas y Norteamericanas, se sientan dueños de las comunicaciones del mundo.
Y es que a decir verdad, el Tantalio que contiene, con sus propiedades superconductoras, ha permitido que la era moderna de la tecnología de las comunicaciones fructifique. Microprocesadores, teléfonos celulares, televisores de LCD, y cualquier nueva tecnología del siglo XXI, beben de un recurso obtenido bajo métodos salvajes dignos del siglo I.
Los niños congoleses son esclavizados y en el mejor de los casos, aplastados por los derrumbes de los túneles donde extraen con sus propias manos el llamado oro azul y en su peor extremo, viven con las secuelas de la leucemia y el envenenamiento por radiación del Radio que usualmente se extrae junto al Coltán.
El Congo tiene el 80% de las reservas de aquel material y países con una marcada doble moral como Estados Unidos, Francia y Bélgica, promueven un estado del terror que padece este país africano, donde sus compañías, tal si fueran sedientos vampiros, chupan de la miseria y la pobreza que les brindan grandes beneficios económicos y estratégicos sobre otros países.
9 de cada 10 teléfonos que circulan por el mundo, se compone de Coltán obtenidos del trabajo de más de 30,000 niños esclavos del Congo, esta nueva adicción por la tecnología y la interconectividad será difícil de superar.
Dick Cheney, vicepresidente de los Estados Unidos y principal accionista de Halliburton, cuya compañía se vio altamente recompensada en Iraq, es uno de los responsables del financiamiento de las violentas facciones armadas que mantienen en vilo al Congo, apostando al subdesarrollo de un país, que se ve una mesa de operaciones que se sirve para alimentar a otros.
El terror a veces es lo más conveniente para algunos, muy preocupados en la democratizacion de naciones que no se los piden, si esto al final engrosa sus ya muy abultadas chequeras.
La publicidad que todo lo borra, juega con el concepto y ofrece compartir los triunfos de la modernidad a los esclavos que la sostienen.
En un cartel de publicidad un minero del coltán habla por un teléfono de Vodafon, donde se presume:
"Una Nación - Una Red, Donde usted intenta... Nosotros cubrimos". Y la realidad no cambia, sigue allí cabizbaja, no alcanza la cobertura y pocos pueden pagarla.
¿O será acaso, que en su muy particular punto de vista, el eslogan a la entrada del campo de concentración de Auschwitz, Arbeit macht Frei (El trabajo los hará libres), está más presente que nunca?
Comentarios y Consultas
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5 comentarios:
lo terrible es que la matoria de nosotros sabemos que vivimos en una sociedad de mierda, pero simplemente volteamos la cara para no sentirnos culpables, solo cuando nos demos cuenta que todo vale un ******* empezaremos a respetarnos un poco a nosotros mismo, como iguales.
ResponderBorrarun saludo
Lo que se está viviendo en el Congo, es una vergüenza para la humanidad. Tere V.
ResponderBorrarLa realidad en países como el Congo (entre otros tantos), nos define a todos nosotros como seres humanos de la peor calidad.
ResponderBorrarSolamente un cambio de valores en el hombre podrá cambiar nuestra existencia en el planeta.
es que en el congo deben de establecer leyes donde las minas de coltan se privatizen y jeneren un enpleo digno para los mayores y no para los menores
ResponderBorraresto es absolutamente repudiable como los organismos internacionales no hacen algo donde estan los derechos de esos niños. Camila D.
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