Un episodio que ya llega al final que todos esperábamos con un giro de guión bastante evidente, porque Hyakkimaru encuentra al poseedor de sus dos ojos y Nui se separa de Daigo y Tahomaru.
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Luego de lo pasado en el anterior episodio, Hyakkimaru toma a Midoro, que se le une por la rabia de que le hayan quitado a Dororo e inicia un ataque contra el ejército de Daigo, mientras tanto, Tahomaru se entera de lo que ha pasado con sus fieles guerreros, pero Mutsu no está, descubriendo que está enferma.
Este elimina al sirviente de Daigo, a quien quema con el fuego de Midoro.
Nui decide liberar a Dororo y se la lleva y la oculta en sus ropas, evita que otro niño sea sacrificado por su tierra.
Decide dejar a su esposo y va a buscar a Hyakkimaru sin importar que este la mate, porque quiere enfrentarse a su pasado y tomar la decisión correcta. Y ambas caen al rio con la corriente.
Tahomaru descubre que Mutsu está enferma y la misma se dirige a la Torra infernal a ofrecer su cuerpo para poder ayudar a su señor, pero el Ayakashi lo niega, porque solo puede completarse con el cuerpo de Hyakkimaru, pero aún así, descubrimos que el ayakashi es en realidad un Asura -en budismo el equivalente a los titanes griegos.
Biwa salva a las dos mujeres y las lleva a un pueblo formado de heridos, desposeídos y es allí donde nuevamente vemos un cliché simple que será la resolución de la promesa de Dororo. Allí Nui decide ayudar a la personas heridas, donde Dororo encuentra al retoño de Midoro.
Nui ama realmente solo a uno de sus hijos y se entera que Hyakkimaru se está convirtiendo en un demonio y Dororo cree que ella podría ser la persona que podría regresarle su corazón a pesar de haberle rechazado por su gente.
Nuiy Dororo corren a donde piensan que Hyakkimaru está luego de oír que el ejército de Daigo está peleando no con los Asakura, sino con un demonio.
A Tomaharu le aparecen dos ojos, presumimos que son de Hyakkimaru, Mutsu y Hyogo les aparece brazos nuevos.
Tahomaru y Hyakkimaru se enfrentan por última vez.
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| Calificación: 8/10 |
No todo cierra, los clichés que casualmente te llevan a lo siguiente son grandes destructores de una narrativa satisfactoria y fresca, pese a no haber leído el manga, puedo ver a donde van inmediatamente, lo que elimina el sentido de expectativa.
De todas maneras, la madre de Hyakkimaru parece que no llegará al final y servirá como un dispositivo para la catarsis de los hermanos, uno para que se vuelva un demonio (Tahomaru) y el otro, el que ella ama realmente (Hyakkimaru), se convierta nuevamente en su más precioso regalo.
Así Hyakkimaru recuperará sus ojos y seguramente si padre debe tener sus brazos o uno de los dos, que es lo más obvio, pero recordemos que una de las múltiples formas de un Asura es un ser con varios brazos.
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