¿Por qué ganó Donald Trump?

Nada está dicho, pero aún así, parece más claro que el agua, Donald, el enemigo número uno de los tratados de libre comercio, se convertirá en presidente de Estados Unidos.

Son tiempos difíciles para México, para los inmigrantes, los industriales del TLC y los donantes de Hillary y esa América de milenios, que no son parte de los problemas de una masa de personas llamadas atrasadas, misóginas e ignorantes, esas que no salen en las encuestas y como el Brexit inglés, salieron a votar para poner al candidato de sus frustraciones.

Votantes blancos intimidados por su prejuicios hacia los inmigrantes, los perjudicados y empobrecidos por el TLC, los creyentes atacados por el progresismo liberal, los hombres relegados por los abusivos derechos de las mujeres, los acosados por el feminismo radical... se las han cobrado todas.

¿De que sirve el liberalismo, la ciencia y el feminismo si no dan beneficios a aquellos que buscan más que solo palabras e ideología?

México pagará por no haber creado un país orientado a el mundo y a sí mismo, empecinarse en atarse comercial, social y políticamente al único país del cual deberíamos estar lo más alejados posible y que solo requirió a un personaje más loco que una cabra para que se demostrase que el gobierno mexicano no tiene control de su propia moneda y pobres de ellos cuando al subir las tasas de interés, el valor del peso seguirá a la baja..

No saben la risa que me dan esos que pronto saltan a defender el TLC, a defender Estados Unidos... ellos, los norteamericanos de a pie, no dan una mierda por lo mucho que quieras a su país, no dan una mierda por lo que un frijolero opine, la verdadera América nos odia.

No tenemos ejército, porque supuestamente, el país que nos robó más de la mitad de nuestro territorio, nos protegería a capa y espada de cualquier amenaza, allí lo tienen, incluso nuestro presidente le hizo promoción invitándole. ¿Qué pensará en estos momentos Peña?

Chicas y chicos de los espacios seguros, el feminazismo y la corrección política, se les ha acabado la fiesta.

Ahora a apretar culos y bajar la cabeza, pero bien baja, a ver que migaja nos tira de la mesa, pues el circo, maroma y teatro no ha funcionado, el miedo no pudo al final y nosotros, como el chino, mirando.