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Trama
Ibara persigue con Aoi, Taeko y Shiba con un lanza misiles que no sé que tipo sea, parece un Stinger, después de una espectacular persecución contra un simple todo-terreno, Ibara logra el derribo o eso piensa, el avión parece dirigirse a un lago cercano.
Encuentran a los pilotos muertos y el avión hundido, parece que estos no sobreviven por los altos niveles de radiación, ambos eran soldados mercenarios.
Descubren el misterio tras el avión furtivo, el cual era tirar tambos radiactivos, una de las razones por las cuales no querían dejar testigo y la razón principal de las bolsas de radiación en algunas partes de la ciudad que incrementaron su temperatura.
Aoi encuentra el emblema de una compañía llamada Yellow Cake, que se dedica a la deposición de vertidos y combustibles peligrosos, al parece por una cuestión de corrupción, esa compañía aceptaba los deshechos nucleares de los países que paguen por el servicio, convirtiendo Tokio en su vertedero de deshechos ahorrándose el costo del tratamiento.
Mientras Ibara hace su típico lloriqueo por el egoísmo humano, el viejo Shiba no ha llegado con los demás sobrevivientes. Ibara trata de comunicarse, pero este parece determinado a acabar con su vida por su responsabilidad en la destrucción de su ciudad, quitándose la máscara de protección.
Ibara no está dispuesto a rendirse, así que busca que le den el suero para salvar la vida del viejo, lográndolo por los pelos a un segundo del tiempo límite.
El vicedirector se come su orgullo y odio por el responsable de la destrucción de Tokio y le deja subir al helicóptero.
Shiba le deja a Ibara la lista de las personas que están en la ciudad será su misión encontrarlas y asegurarse de que salgan a salvo.
Calificación: 6.8/10 |
Un problema en este y el anterior episodio, es la falta de desarrollo de personajes, avanzamos a Ibara haciendo un drama que funciona como una hipérbole dramática que no está justificada, es parecido a lo que hace Eren en Shingeki no Kyojin, inmediatamente llega a un estado de dramatización que no tiene nada detrás.
En el episodio dos con Yukiko, vemos al personaje llorar porque su hija se ha extraviado, aunque realmente ella está fingiendo y miente a las chicas y su propio esposo, para ser ella quien se lleva a Miku al pensar que se la quitarían, el espacio que se le da al personaje permite que lleguemos a conectar con su drama.
Ibara en cambio tiene cambios de humor cuya construcción no es acorde con quien ella se supone que es, no tenemos una historia de fondo que nos explique sus motivaciones y anhelos, algo que parece sucederá hasta el episodio 5.
Me sorprende descubrir que estos tres episodios, son en realidad un relleno tendientes a darle a Ibara un libro de nombre para salvar, una cosa que se pudo hacer desde un inicio.
Pero bueno, esperemos que esta serie remonte porque el apartado de arte es asombroso. Todavía no entiendo porqué los cuervos seguían al B-2, para sacar canas verdes.
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