Hospital Rubén Leñero: Mendigar por Salud... en hospitales públicos

La Señora caminaba con muletas por el área de atención a pacientes externos, sus manos marcadas mostraban que esas muletas formadas con palos de madera, no se ajustaban a su tamaño, no era la primera vez que subía esas peligrosas escaleras, llegó a una sala de "espera", puertas cerradas, no hay timbre, no hay ventanilla de atención, pero la señora tocaba con un casi anormal respeto al metalizado de aquella puerta que no le abría, otra señora menos respetuosa llegó y toco para su servicio sin el menor reparo.

La doctora abrió con seguridad, y mirando como alguien que examina a un perro que pregunta por su plato de comida, si pudiera hubiese cerrado la puerta de golpe cuando la otra señora caminó hacia ella, pero así es la vida... Hay que atender a los demás animales.

En voz alta, como si no estuviera en un hospital, esa miserable miró a la señora y le preguntó por su asunto, aunque la señora no lo notó. "Por un descuido..." decía a la Doctora jefa de dicho departamento, el sujeto de los rayos X se había quedado con su recibo anterior.

Hablaba como mendigando la atención de la insulsa Doctora, quien en un momento la increpo, ante el asombro de los presentes...

"¡¿... entonces me pide que lo haga ahora?!, no crear que..." le decía con voz altanera la maldita, pero observando las miradas cambio la actitud, sin dejar de subir la voz: "Mire señora, ¿cuando fue que le pusieron el botín?", "no se acuerda", "entonces como quiere que yo sepa", la señora le explicó que había venido ya otras veces y acordándose por fin le dijo "hacia dos meses y medio", pues dicha Doctora, le dijo que la anterior vez tenía que esperar dos semanas más... por lo que era la tercera vez que venía pasadas esas do semanas.

"Mire señora,... déjeme ver su radiografía..., eh", cierra la puerta y abre casi inmediatamente...

"Muy bien, pero ahorita mismo, no le puedo dar una cita con el ortopedista, ¡ah!...
si no hay ningún espacio disponible, venga en una semana y pague el recibo de la consulta", "otra semana", "no hay citas".

La audiencia de la casi vacía sala de espera, otros "pacientes" miraban a la ocupada oficina de la Doctora encargada de la consulta a "pacientes externos", con otros dos médicos dentro, seguramente divirtiéndose en una charla amena por la mañana en la única sala de espera casi sin pacientes.

¡No hay citas!

¿Me pregunto, cuanto tiempo se tardó en comprobar esto?

La pobre señora de unos sesenta años, se fue caminando por esas peligrosas escaleras nuevamente...

Cuando fue a pagar por el recibo, en el archivo, dijeron que la afanosa Doctora no había dicho una semana, sino que "no tendría disponible ninguna cita hasta mes enero", que tonta de la señora en mal interpretarla.

Es la atención que se recibe en México, una "Economía emergente", según alguien me increpó hace tiempo... Creo que si esa Doctora estuviese en dicha situación, no duden que habría citas disponibles en ese mismo instante. Hospital Rubén Leñero: Mendigar por salud. Por lo pronto la señora se tendrá que quitar ella misma el "botín" de su pie con el riesgo de lastimarse nuevamente.

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