Wolverine Inmortal (2013): Reseña y crítica de la película

The Wolverine es una película del género de superhéroes del director y productor James Mangold, director de Inocencia interrumpida (1999) y de allí una irregular carrera en series de televisión que adapta de una manera un tanto-demasiado-por no decir-bastante irregular historia de Wolverine y Mariko Yashida, que se vuelve uno de los personajes más importantes en la mitología del personajes de Marvel Comics, pero si esperabas ver una adaptación fiel de una gran historia de honor y humanidad, te vas a llevar una decepción.

Esto es una versión reimaginada, quiero decir, realmente reimaginada de todos y cada uno de los personajes que salen en esta saga comenzada en el Uncanny X-Men hasta tal punto que de la historia quedan meras coincidencias circunstanciales. El resultado es absurdo, en tanto a las motivaciones de los protagonistas y la narrativa, le vendría bien la frase; Aplastar cucarachas a cañonazos en cuanto a lo guionístico.

Tao Okamoto, Rila Fukushima y Will Yun Lee, acompañan a Hug Jackman en esta superproducción en una larga lista de fracasos del cual se ha desmarcado con éxito.

Trama
Logan (Hugh Jackman) se encuentra en el limbo despues de que Jean Grey (Famke Janssen) ha pasado a mejor vida por su propia mano y eso le ha llevado a los bosques de algún paraje perdido del mundo, a donde convive con osos. Yukio (Rila Fukushima) le encuentra mientras se desquita de un cazador de osos, quien por descuido deja que el pobre animal se cebe con cinco personas al inyectarle una dosis demasiado alta de tranquilizantes.

Garras de hueso, tan ridículas la primera vez, como la segunda.

Yukio le dice que Shingen Yashida (Hal Yamanouchi), un soldado al que le salvó la vida en el bombardeo atómico de Nagasaki, está muriendo y que le solicita que vaya a verlo para despedirse de él, al lo que inicialmente se niega, ella le dice que es un soldado que huye de lo que es, el Wolverine, un nombre del que reniega.

Te conocí tres minutos y ya somos los grandes compañeros inseparables.

En Japón, Shingen le plantea su plan, devolverle la mortalidad a cambio de que Logan le ofrezca su inmortalidad. Una oferta poco tentadora, pues Logan lo ve como una jugarreta.

Aparecen Ninjas con los que no te enfrentas. En cambio peleas con personajes random.

Shingen le advierte a Logan que de no hacerlo su propia hija,  Mariko (Tao Okamoto), estará en peligro amenazada por la mafia japonesa o Yakusa. Logan se niega y Shingen fallece.

Quien necesita de la saga Alien para ver una auto-cirugía.

Pero cuando Mariko es raptada en el funeral de su amigo, Logan tendrá que lidiar con sus problemas del pasado y los de su presente, pues por alguna extraña circunstancia irá perdiendo sus poderes regenerativos.

Villanos irrelevantes que cuando se van no te importan un carajo.

Calificación: 6 / 10

Crítica (Spoilers)
Primero empezamos con una apertura que nos llega a recordar X-Men (2000) de Bryan Siger donde en vez de ver una escena de nazis vamos al Pacífico, para ser exactos a Nagasaki, donde Logan salva a un soldado japonés (Shingen Yashida) de la bomba atómica, con el primer gran error del día; el soldado japonés ve directamente la explosión nuclear y no queda ciego, sí, olvídate de los rayos gama, tu vez la luz y ni cierras los ojos, vamos pues, como si fuese el flash de una cámara, sin olvidarnos de que Logan ya sabe como se comporta una bomba atómica, algo inverosímil.

Luego coincidentalmente resulta que es un sueño relacionado con lo que pasará en el futuro inmediato de Logan, que nos lleva a su pena con Jean Gray, de quien Logan está enamorado y cargando con la culpa de lo que le pasó en la horrenda X-Men: The Last Stand (2006), Logan despierta a una realidad inspirada en el inicio de la novela gráfica Weapon X de Barry Windsor Smith, que es una lástima que no se haya adaptado a cine como lo merecía en vez de X-Men Origins: Wolverine (2009), pero hubiera sido muy oscura y eso no recauda dinero para las cintas destinadas al PG-13.

Logan rastrea a un oso, que al ser malherido por un cazador aficionado, se pone loco, allí se enlaza a la historia de Uncanny X-Men con el origen de Mariko, en vez de ser llevado a un laboratorio del programa Arma X, es llevado a Japón.

Esta película tiene muchas escenas reiterativas, en inicio dedicarle una escena para que Logan se cambie, luego el montaje falso en los saltos del ataque al funeral y los planos del Samurai de Plata, digo, se pudieron ahorrar tomas cuando Harada salta y se le filma como cae en una toma aparte, algo bastante barato y torpe, ver una y otra vez saltos para rellenar las escenas de acción desde diferentes ángulos llega a aburrir, más cuando se nota que contaron para que los tres actos que componen la película encajaran perfectamente.

A Logan le ponen un bicho en el cuerpo que parece ser debilita su factor curativo, de allí tenemos la escena del funeral que es cómica en cuanto a lo irrelevante del planteamiento, no se define si quieren a Mariko o es una ejecución, porque se la llevan y luego le disparan, no tiene sentido en el largo plazo, pues le llevan de regreso con su padre para que la ejecute personalmente, cuando pudieron ahorrárselo con un disparo, lo mismo ocurre con el objetivo de Shingen.

El punto más ridículo es la físca de la película, Logan salta hacia atrás y desacelera como si la inercia desapareciera, esto lo vemos en la escena sobre el tren bala. Los cuerpos se aceleran gradualmente y para reducir esa velocidad inercial que acumulan, tienen que usar una fuerza contraria semejante a la que les aceleró, no haces un vuelo estilo Superman como Logan lo hizo. Sin olvidarnos que esa escena no tiene el menor sentido lógico, sobre un tren bala no podrías ni abrir los ojos y estos sujetos tienen los ojos abiertos todo el tiempo sin que el aire les afecte.

La intencionalidad de los enemigos y la falsedad del entierro saltan a la vista desde un principio, pues no hay ninguna subtrama convincente. En ese punto el director juega con la idea de Wolverine como un animal, pero luego se le olvida o Logan se limita a aceptar su lado salvaje. El romance de Mariko y Logan padece del mismo problema, solo pasan tres días y Logan ya ha construido lealtades demasiado sólidas.

El drama es otro problema, pues la propia película no se toma en serio a sí misma, a mitad de la película tenemos una cinta horrorosamente lenta con un drama que no se cuece, precedida por unas larguísimas secuencias de acción de sujetos saltando sin ton ni son.

La subtrama de Mariko y su padre es un distractor que nos lleva a la idea de que el viejo amigo de Logan está fingiendo, debo hacer notar que digo esto mientras veo la cinta y pongo las anotaciones en audio.

Tal vez lo más decepcionante no son los personajes tan prototípicos, sino como estos pierden de manera tan penosa la esencia realista de los cómics, el concepto de la dualidad de Wolverine que se debate entre ser categorizado como un mero animal, una bestia irracional llena de furia y el hombre que es, capaz de un profundo sentido del honor que hace al personaje tan especial y lo que finalmente produce que pierda al amor de su vida brindándole dolor.

Wolverine es uno de los pocos personajes de los que he leído las historias que valen la pena apreciar en el mundo del cómic, desechando las reinterpretaciones posteriores de los años noventas que fueron un desastre y sin ser un fan de las cintas de superhéroes, lo que vi fue una extraña cinta de acción con tintes dramáticos que no tenía pies o cabeza, especialmente la escena final entre Mariko y Logan del hola y adiós, comes y te vas al que el guionista y el director nos lleva por un mal manejo del tiempo narrativo.

Del montón. Que comience la flame war.