Witch Craft Works (2014) Episodio 10 "Takamiya y Weekend Parte 1" Reseña y critica de la seria animada

El talento gráfico en hacer esta serie palidece con la gran carencia de originalidad de una serie que pudo dar más de sí, si bien la trama era de lo más ¡meh! el apartado gráfico es prodigioso.

Takamiya ha evolucionado a su forma más terriblemente desesperante cuando hace un drama y llora, es el personaje que más he odiado en el anime, se dice que la serie estaba escrita para dos chicas y veo con este tipo de secuencias que es lo más probable, por que no puede ser que aunque le digan que la bese en los lábios, él se pone como una "loca" y evita el tema, un mojigato de aquellos.

A dos episodios del final, este episodio alcanza lo que en la historia del manga abarca el primer arco narrativo, me gustan bastante los personajes como Medusa y Weekend, esta última una especie de Joker.

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Trama
La ciudad es destruida por completo y Takamiya piensa que es su culpa, lo que es cierto, pero Ayaka le dice que no se preocupa, el escudo de la ciudad es un contrato con las brujas del Taller que ahora protege a las personas, una vez que Kazane se recupere

Las brujas no pueden hacer magia y mientras la barrera no sea restaurada estan a merced de sus enemigos. Para restaurar la barrera, alguien con mucho poder debe hacer un contrato nuevo para la ciudad.

Ayaka le explica a Takamiya que las brujas han hehco un contrato con la ciudad para proteger a las personas de la magia y para mantener la barrera, toda la magia es usada. Ayaka le lleva a un lugar que lo más probable es que sea el origen del contrato.

Una bruja llega con sus compañeras del taller y les dice que tienen 30 minutos para rendirse y entregar a Takamiya, donde vemos a Weekend poniéndoles bomabas con formas de oso de peluche. Kasumi y las cinco brujas, hacen un plan para quitarles las bombas que por alguna razón no son hechas de magia.

Ayaka y Takamiya llegan al árbol donde deben restablecer el contrato para proteger a la ciudad.

Weekend es detenida y sus bombas desactivadas cuando las brujas sienten que su magia está de vuelta, lo que sorprende mucho a la atacante o eso parece.

Ella es puesta en una cámara que hace imposible el uso de cualquier magia, a Weekend le sorprende que pese a ver sus métodos, ellas sean incapaces de entender sus maneras debido a su inexperiencia en batalla (se refiere específicamente a Rinon), pues ella no puede ser contenida por una prisión de ese tipo.

Si gran victoria es, que ella no usa armas mágicas, en cambio usa granadas y explosivos de verdad que vuelan la prisión mágica y deja en mal estado a las magas, como ella misma, pero es capaz de sobrevivir.

Weekend habla con Takamiya mentalmente, imagino que por su contrato con la ciudad puede hacerlo, le muestra a los osos de peluche que tienen incorporados bombas de tiempo que estalla hiriendo a las brujas para que se entregue.

 El contrato solo protege personas normales los magos no tienen ninguna protección, Takamiya se ve forzado a usar ese poder de la reina blanca para curarles, lo que es parte del desconocido plan de Weekend.

Ayaka detiene a a Takamiya para que evite agotar su vida, preparándose para combatir contra Weekened que va a su encuentro en ese preciso instante. 

Calificación: 8/10

Crítica
Después del trauma del género de harén, tenemos series que se han quitado de encima el problema narrativo que implica, pero por otro lado nos dejan con la pareja fija e inamovible que igualmente es un estorbo, Takamiya no tiene personalidad, salvo el de una princesa en desgracia, sus reacciones resultan odiosas evitando que se logre conectar con él como personaje principal, de esto ya hemos hablado, como el hecho de Ayaka siendo una imagen bizarra de la perfección japonesa desde el punto de vista de los hombres; callada, alta, de pechos enormes y que sigue los caprichos de su macho que en este caso es una princesita que se niega a darle un beso en el pómulo porque se deshace.

Lo que creo que se ha desperdiciado con una serie con personajes tan ricos en narrativa, especialmente Medusa, es no invertir en historias menos centradas en el "no romance" de Ayaka y Takamiya, si se supone que ya viven en su casita de amor ¿por qué no se habla de romance? Es frustrante que siendo el tema principal, esté puesto a nivel subtextual, dejando un vació que pudo ocuparse con otros personajes de los que apenas sabemos nada, como el quinteto de brujitas que son un mero relleno.

Ya lo dije al principio, el apartado gráfico es impecable y es una de las razones por las que quiero continuar viéndola, ya faltando solamente dos episodios, que resultan insuficiente para hacer casi nada.