Noragami (2014) Episodio 10: "Mirado con odio" reseña y crítica de la serie animada

Estamos a dos episodios del final y el siguiente episodio es claramente una historia que no tocará apenas lo sucedido con Veena y se centrará únicamente en Nora, pero esto último no puedo asegurarlo completamente, pero de ser así, es probable que veamos una segunda temporada de Noragami.

A través del manga se entiende lo que en el anime es bastante difícil de explicar o que ha faltado el tiempo para hacerlo, la relación de Nora y Yato, su lógica y las reglas de los dioses, en el anime hay mucha confusión, si no leen el manga les será imposible entender las motivaciones de personajes como la Errante, pienso que se desperdició demasiado tiempo en cosas irrelevantes y episodios con un ritmo narrativo muy lento debieron haber abarcado más, el arco narrativo de Yukine fue demasiado largo cuando se pudo explicar en tan solo cinco u seis episodios, podemos decir que oficialmente este fue el último episodio del arco Yukine.

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Trama
Tras la traumática experiencia de exorcismo, Yukine ha corregido su rumbo trabajando para Kofuku y Daikoku, mientras pide estudiar con Hiyori por su deseo de completar sus estudios, a lo que la chica accede, mientras Kofuku le pide a Hiyori 10 millones de yenes por su deseo, Yato le consigue un descuenta aunque ella quiere que Yato arregle su cuerpo.

Van a ver a Tenjin para agradecerles por cederles a Mayu, como sea Hiyori nota que Miyu, una de las chicas de Tenjin no está, Mayu le dice que ha sido expulsada del templo debido a que se cortó las venas influenciadas por la corrupción de Yukine.

Mayu le dice a Yukine que debe tener cuidado, porque la oscuridad siempre estará cerca, mientras tanto Yato le pregunta a Tenjin la manera de arreglar el estado espiritual de su amiga, Tenjin le dice que debido a su condición ella atrae demasiada atención hacia el mundo espiritual y la mejor forma de curar su estado es cortar el enlace que la une a ellos.

Hiyori y sus amigas van a rezar para pedir por los exámenes que se aproximan, ellas le hablan de un dios de nombre Rabo que es capaz de eliminar a las personas que la gente desea quitarse de encima.

Vemos a Rabo y la Errante, el primero quiere eliminarla, pero la Errante tiene otros planes y la engaña para que la siga cuando va a rezar a un templo.

Nora quiere volver a los tiempos en que Yato era una persona diferente e intenta atrapar a Hiyori que sin darse cuenta ha entrado en estado fantasma. Yato mientras tanto es distraido por Rabo quien le manda a un ejército de atacantes.

La errante atrapa a Hiyori y le dice que Rabo ha llegado para acabar con Yato, que debido a ella Yato se ha vuelto débil, que debe dejar de existir.

Yato derrota a todas las creaciones de Rabo con Yukine gracias a su filo sagrado, Rabo se admira del nivel de poder del dios vagabundo.

Yukine y Yato deciden ir a ver a Hiyori, que toda la noche no han podido ver debido al ataque de los fantasmas, pero descubren que Hiyori no es capaz de recordar a Yato.

Calificación: 7/10

Crítica
Ya no queda tiempo para hablar de Kazuma y Veena, así que directamente entramos con el enemigo final de esta temporada llamado Rabo, que no aparece en el manga y es una mezcla de dos personajes relacionados al pasado de Yato y el presente de Veena.

En este episodio sucede el ataque de la Errante a Hiyori que en el manga es muy al inicio, la Errante considera que Hiyori ha sido una influencia negativa para Yato, desviándolo de su tarea como dios de la calamidad.

La Errante de cualquier manera, no es hermana de Yato, su relación no se ha explicado en absoluto, en el manga solo sabemos que Yato surge de los deseos de un Dios que vive en un cuerpo humano y que le han educado para que se comporte como un asesino inmisericorde, valiéndose de Nora.

No fue el mejor episodio de la temporada, pero como dije, no sé cual será la resolución final de la temporada o si esta incluirá a Veena como vemos en el intro de la serie, preferiría que no, porque no queda tiempo para nada salvo para dar un resolución a una sola cosa de la manera más convencionalmente posible.