Christopher Bell realiza un documental del lado de un usuario de esteroides y suplementos alimenticios, él junto con sus dos hermanos han tenido experiencias muy distintas de su consumo, ninguna parece alentadora.
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EU parece odiar a los que ganan jugando sucio, pero más pareciera que lo malo no es hacer trampa, sino ser descubierto en el proceso.
Lo increíble es que el uso de éstas sustancias no se limitan a los deportistas, sino a cosas que no parecieran requerirlas como tocar el violonchelo, jugar golf o ser un actor de películas para adulto, bueno, no estoy tan seguro en el último caso. Al final es una cuestión del por qué no hacer trampa si todo el mundo lo hace.
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Lo más interesante es la publicidad falsa, que desde siempre, ha servido para engañar a miles de incautos que buscan perder peso y adquirir músculos en unas semanas.
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El documental de Bigger, Stronger, Faster* sin duda, es una fuente valiosa de información para los que creen en las soluciones fáciles y sin efectos secundarios.
Por algo la película tiene como subtitulo: Los efectos secundarios de ser americano, un modelo que por desgracia importamos sin mucho esfuerzo a nuestros paises y está tan lejos de nosotros como al doblar la esquina de una calle.
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