X-Men: Días del futuro pasado (2014): Reseña y critica de la película

X-Men: Days of Future Past es la tercera película del director Bryan Synger al frente de los mutantes del mundo Marvel, cuya carrera sufrió un resbalón con Superman Returns (2006), pasando por un verdadero desastre comercial como Jack el Cazagigantes (2013), que se anunciaban como pruebas de su Shyamalanización, afortunadamente con esta película regresa de lleno a lo que le hizo famoso en primer lugar.

No es que me haya interesado demasiado saber que 20th Century FOX era la propietaria de la licencia de X-Men y de Fantastic Four, un verdadero dolor de cabeza para la casa de las ideas de Stan Lee, que según rumores ha conducido recientemente a Marvel a sopesar disminuir su dependencia de los cómics de X-Men y Fantastic Four para afectar a ambas franquicias y así recuperar sus derechos, según afirma el dibujante Rob Liefeld en su cuenta de Twitter.

Synger, después de la polémica demanda de abuso contra Michael Egan, tuvo que desaparecer de la promoción de la película para no afectar su rendimiento en taquilla, lo que parece no haber sido un gran inconveniente. No meteré mis manos al fuego por él, parece una persona muy distendida en esa clase de asuntos, aunque tampoco por la supuesta víctima que aparece convenientemente en el momento menos oportuno.

Patrick Stewart, Ian McKellen, Hugh Jackman, James McAvoy y Jennifer Lawrence protagonizan una cinta que supera holgadamente en manufactura a todas las anteriores dirigidas por directores diferentes a Synger y se deshace de un plumazo de X-Men: la decisión final (2006), X-Men Orígenes: Wolverine (2009), X-Men: primera generación (2011) y Saga X-Men: Wolverine inmortal, permitiendo un nuevo reinicio sin semejantes bodrios y siendo francos, ninguna de esas películas me ha interesado siquiera, por lo que ocurra lo que ocurra, puedo seguir viviendo sin ellas.

Trama
Es el año 2023 y el último reducto de mutantes libres pelean contra los Centinelas, robots asesinos programados para contener y eliminar a su especie, quienes en el proceso han subyugado a la humanidad.

Ahhhh, me vuelve loquita... seguimos con esto de los sin camisa.

Charles Xavier, alias Profesor X (Patrick Stewart), dirige a su grupo de X-Men en lo que parece ser su última esperanza para salvar a la humanidad de ser devastada, y es que Kitty Pryde (Ellen Page), es capaz de enviar la mente de una persona al pasado, precisamente al momento en que el programa Centinela comenzó.

Mystique se vuelve sin dudarlo en el principal antagonista.

Xavier desea intentarlo, pero pronto se da cuenta de la imposibilidad del viaje, teniendo que ser Logan el elegido, será enviado al año de 1973, en que el profesor Bolivar Trask (Peter Dinklage) es asesinado por Mystique, antes conocida como Raven (Jennifer Lawrence), en busca de venganza por las muertes de sus compañeros de la Hermandad mutante, los cuales fueron usados por Trask para sus experimentos en el desarrollo de armas avanzadas.

Xavier pierde la fe y Logan debe devolvérsela, enseñándole en lo que se convertirá.

Este asesinato no acaba con el legado de Trask, sino que convence al gobierno para impulsar desarrollo de un programa para detectar y contener la amenaza mutante, Logan llega para evitar ese fatal desenlace, no le será fácil, pues tiene que convencer a un devastado y joven Xavier (James McAvoy), más preocupado en caminar que en recuperar sus poderes para ayudar al mundo.

Quick Silver en la escena más divertida de la película.

Es una carrera contra el tiempo, únicamente el mayor enemigo de Xavier, podrá ayudarles a encontrar a Mystique, pero eso será difícil, pues el Erik Lehnsherr del pasado, alias Magneto (Michael Fassbender), al descubrir el programa Centinela planea usarlo para comenzar una sublevación contra la humanidad antes de que todo ocurra.

No existe un malo real, el antagonista principal es el odio a lo diferente.

Calificación: 8.2/10

Crítica
Me ha encantado, la he visto tres veces, así que pueden ver que mi emoción es mucha, pero la película claramente flaquea respecto al futuro planteado, no tenía una referencia clara de lo que estaba ocurriendo, de su magnitud, un lugar envuelto de nubes conveniente para que hagamos una elipse narrativa, aunque fuera de eso, todo lo que ocurre en el pasado es interesante, funciona y logra emocionar, algo bastante difícil en este género tan dado a las soluciones mágicas y un pobre desarrollo de sus personajes.

Las cosas malas
El diseño de los Centinelas quizás es lo peor de todo, demasiado modernos en el pasado, muy Max Steel en el futuro, pienso que un diseño tan icónico como el de los Centinelas debió respetarse, más parecieran clones de Optimus Prime.

Anacrónico diseño, para hacerlos volar, únicamente era necesario Magneto.

La física de las escenas es lamentable, podemos partir de una base realista y decir, son libertades guionística, pero unas partes son bastante chocantes:

• Quick Silver se mueve a velocidades supersónicas mientras escucha una canción sin sufrir el efecto Dopler, el alentado de la cinta de música o los problemas mecánicos surgidos de moverse por la inercia de moverse a varios G.
• Los graves daños en las otras personas de pasar de 0 a velocidades superiores a 320 m/s, sólo imaginen la liberación de energía tocando a alguien en el pómulo a una velocidad lo suficientemente rápida para dejar congelada a una bala, la cara no se deformaría, literalmente estallaría.
• Debería verse el titileo de la luz, al desplazarse en un tiempo y espacio tan comprimido, haría la luz más tenue porque la mayoría de esa luz es de filamento sin flúor.
• Su cara y cabellera no sufre por los violentos cambios de dirección, por no decir que esa chaqueta estaría deshecha en un tris.

En 1973 no existían los Walkman, salvo como concepto por Andreas Pavel

Lo bueno
Mientras que películas como Argo (2012) y Watchmen (2009), son buenas representaciones de los años setentas-ochentas, X-Men: Días del futuro pasado se salta la barda en este aspecto, no negaremos que es inverosímil en el futuro cercano (2023) esa tecnología que nos muestran los Centinelas, simplemente es absurda, pero en cuanto a los años setentas, es tan fiel que basta ver esta imagen de abajo para ver el gran parecido que ese Richard Nixon tiene con el original, lo mismo ocurre con Henry Kissinger, simplemente sorprendente.

Como sacado de un archivo.

Una de las cosas más destacables, es que no vamos a pelear contra una raza extraterrestre que quiere destruir la tierra, poniendo una serie de transmisores en una ciudad, para que alguien se sacrifique al final llevando una bomba nuclear o evitando que se teletransporte un planeta entero a la misma órbita de la tierra o cosas así de ridículas.

La trama
El argumento es muy básico, salvemos a Trask para que no se desate la destrucción de la humanidad usando a Xavier, aunque yo me pregunto de la necesidad de sacar a Magneto, prácticamente no hace nada salvo ponerse en su camino, pero de esa manera es como Xavier logra la redención de Mystique, así que Magneto se vuelve "oportuno".

Todos los que aparecen en la cinta lo hacen fuera del grupo principal, como un cameo, cosas raras como el rescate de Logan por parte de Raven/Mystique parecieran gratuitas, no lo sé, ambos como que no interactuaron en absoluto y ella va y lo rescata, Charles no lo hace, bien pudo avisarle a Raven, pero ni idea.

Como sea, más que recomendada, hacía tiempo que no veía nada así de bueno fuera de la repetición del guión de Día de la Independencia (1996) una y otra vez en Transformers, Man of Steel, Avenger, Batman, Iron Man, Godzilla (La de 1998 y de 2014), etcétera, digo, está bien reciclar, pero el mismo guión para el mismo género raya lo surreal y la gente defiende a capa y espada esa mierda.

Recomendable y si te gustaron las primeras dos, imprescindible.

Por cierto
La escena final post-créditos que vemos de Apocalipsis, al parecer esta construyendo la tumba donde se supone reposará cuando termine su reinado, que en los cómics logra poniéndose en animación suspendida.

Los cuatro jinetes en el lado derecho.