Fido: Mi mascota es un Zombie (2006): Reseña y crítica de la película

Fido es una película canadiense del subgénero de zombies, dirigida por Andrew Currie un desarrollo posterior de su cortrometaje Night of the Living (1997) sobre un niño que sufría abusos de su padre alcohólico que se transforma en un zombie.

Carrie-Anne Moss y Billy Connolly protagonizan una película de corte independiente, pero de muy buen calado fílmico, una comedia suave de corte satírico del modo de vida americano y de como aquello considerado prohibido, se convierte en parte del mecanismo que hace que la sociedad continué su marcha.

La cinta de corte Post-apocalíptico nos propone una sociedad en el estilo de la época dorada de los Estados Unidos; los años cincuentas, que vive una vida modélica y pacífica, salvo por el inconveniente de que los zombies se han apoderaron del mundo y los humanos viven en ciudades enrejadas.

Gracias al invento de unos collares de control de la compañía Zomcon, los zombies salvajes son convertidos en esclavos y sirvientes sin salario ni derechos.

Trama
Timmy está encantado con el primer zombie de la familia (Billy Connolly), a quien nombra Fido, aunque su padre, Bill Robinson (Dylan Baker), está aterrorizado por estos seres de la noche, y sólo compró Fido ante la insistencia de su esposa, Helen (Carrie-Anne Moss) que gusta del estatus social que obtiene por tener su propio zombie.

La historia de una familia en un mundo de zombies

Bill está interesado obsesivamente en los derechos funerarios para asegurarse de que todos los humanos se van a quedar bien muertos cuando sean enterrados, y no convertirse en un zombie, lo cual se convierte en su máxima fobia, pues todos los humanos que fallecen son enviados a Zomcom para ser vendidos como sirvientes de otras familias y negocios.

Fido a pesar de ser un zombie, parece tener alguna clase de consciencia remanente, lo que hace que Timmy desarrolle una relación paternal, rol abandonado por su propio padre, por descuido Fido mata a una persona al apagarse su collar. Fido hace lo que todo zombie, morder a los seres vivos, pero es claro en un punto que tiene una consciencia que desarrolla una empatía con el niño y su madre.

Helen y Fido una pareja curiosa.

Eso desata una ola de convertidos por culpa del chico que tendrá que proteger a su amigo de ser llevado de regreso a las instalaciones de Zomcon. Helen descubrirá que su nuevo sirviente tiene lados que una mujer como ella quisiera tener en su esposo y eso habla mucho de la sociedad de apariencia en la que viven.

La vida tras la vida.

Calificación: 6.8

Crítica
El ritmo puede acabar con el interés del espectador pues llega a ser lenta a momentos y algunos personajes no dejan de ser anecdóticos, la sátira por otro lado es suave y no encuentra un nicho adecuado para la crítica en la época actual.

En el fondo es un drama familiar donde ni la esposa ni el hijo tienen una figura que llene el vació de sus vidas y el planteamiento de Fido es la persona que sin ser un humano llena ese vacío emocional, algo que hemos visto infinidad de veces en el cine.

A pesar de ello es un acercamiento distinto del subgénero de los zombies en el que por regla general son meros expectadores involuntarios de una trama que se desarrolla en el lado de los sobreviviente, Fido es claramente inspirado en Bub de Day of the dead (1985), interpretado por Sherman Howard.

Recomendable cinta de género que tampoco tiene grandes obras maestras fuera de las ya conocidas por todos.