Aunque sus principales asesores financieros indicaron que el pago de tales bonificaciones debería respetarse por haber contratos de por medio, Obama dijo que es difícil entender la justificación.
"Esta es una corporación en dificultades financieras por irresponsabilidad y avaricia, y bajo estas circunstancias es difícil entender cómo AIG concedió bonos en absoluto, para no hablar de 165 millones de dólares en pagos extras", criticó Obama.
Hablando ante pequeños empresarios reunidos en la Casa Blanca, Obama cuestionó el desembolso frente al malestar provocado entre los contribuyentes 'que están manteniendo a flote esta compañía'.
El gobierno ha inyectado 173 mil millones de dólares en AIG desde el año pasado cuando el gobierno se vio forzado a intervenir la empresa para evitar su quiebra, que, dijo, tendría consecuencias sistémicas en la economía estadounidense.
Obama consideró que la situación que presenta este desembolso por parte de AIG va más allá del aspecto económico.
Recalcó que a través del país norteamericano millones de personas trabajan duro para cumplir sus obligaciones sin el beneficio de multimillonarios rescates o bonos, por lo que debería demandarse lo mismo de Wall Street. 'Esta es una ética que debemos demandar'.
Obama dijo que este episodio ha puesto de relieve una vez más la necesidad de la impulsar la reforma del sistema financiero y poner en pie mecanismos para resolver de mejor manera la situación de instituciones en dificultades.
Aunque AIG había aceptado suprimir cualquier pago futuro de bonos a cambio de la ayuda financiera oficial, indicó que otorgaría bonos a sus ejecutivos este 15 de marzo, en cumplimiento del plazo fijado el año pasado antes del rescate.
El domingo, en una entrevista con la televisora ABC, Larry Summers, director del Consejo Económico Nacional, estimó que si bien la acción de AIG era escandalosa, el gobierno no podía romper convenios anteriores de la empresa.
"Parece que estamos premiando la incompetencia", dijo el lider demócrata Barney Frank, e indicó que esos bonos van a personas que estropearon las cosas enormemente, y por consiguiente, tomaron terribles decisiones.
Barney Frank anunció comparecencias para segurar absolutamente que algo así no ocurra de nuevo, y señaló que buscará la aplicación de condiciones más estrictas del gobierno a las instituciones financieras que se benefician de la asistencia federal.
Esto es lo que pasa cuando se salvan empresas que se debieran dejar quebrar y quebrar a los ciudadanos que se debiera rescatar, luego se quejan de que los cerdos engordan.
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1 comentarios:
de que se asombran aqui en nuestro pais se entrega el dinero a los empresarios , no le llega nada a las empresas y se reparten como quieran con tal de que se porten bien , si son medios de comunicacion mejor ya no los soporto...dan asco. que ya acabe la discrecionalidad de los gastos en el legislativo, el ejecutivo y el judicial...
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