Karmatron: 16 de febrero - El relanzamiento de un comic caduco

A estas fechas ¿Quién recuerda a Karmatrón?, ese vetusto personaje de la era decadente de la historieta mexicana creado por Oscar Gonzáles Loyo, cuando todavía algunas publicaciones se daban el lujo de publicar un millón de impresiones por semana, ahora relegados a las publicaciones de bolsillo para adultos.

Época que acabó en el ocaso del gobierno de Miguel de la Madrid y rematado por Salinas de Gortari.

Lagrimas y risas, La familia Burrón, Hermelinda Linda y Memín Pinguín, este último obtuvo su internacionalización en el idioma inglés con el lanzamiento de timbres conmemorativos que fueron mal consideradas "racistas", languidecen parasitando todo nuevo intento de abrir una monopolista y tercermundista industria.

Karmatrón, igual que esas historietas, se mantiene con la idea de sus creadores de que todavía tiene alguna posibilidad de competir usando un estilo francamente anacrónico, de historias "blancas" y "moralistas" que no parecen tener un lugar en la actualidad.

Al mismo tiempo que son un impedimento a la creatividad y las nuevas propuestas de sus mismos creadores, fuera de una insistencia propia de una mula.

Karmatrón ya no funciona, y los constantes conceptos que remiten a la era de los Hippies no son atractivos y más importante, se estanca con la misma historia, haciendo una muestra de técnica CG pobre y simplista, limitándose a poner color casi de pincelada o que no se balancea con el uso exagerado de la línea.

Teniendo un estilo de dibujo para niños propios de Il était une fois... l'Homme de Albert Barillé, abusa de técnicas de alto contraste sesentera, con personajes "inspirados" en los Transformer y Mazinger Z.

¿Ternura o saliendo del armario?

Algunos me podrían contraponer el gusto que tengo por el estudio Gibli o la nueva versión de Evangelion, sin embargo, aunque con un estilo antiguo, no vemos re-make tras re-make de la misma idea, sino historias nuevas y de gran calidad clásica en cuanto al primero y el segundo se puede considerar la obra cumbre de la animación japonesa.

Karmatrón por el contrario me suena aburrido, se ve desfasado y además de un nuevo re-lanzamiento necesita desafanarse de personajes muy a tono con Jar jar Binks.

No me parece adecuado desearle mala suerte a nadie, menos a uno de los pocos proyectos de historietas, que no cómic, en México, sin embargo es tiempo de que ya se retiren, tal Memín Pinguín y Lágrimas y Risas, tuvo su época y su oportunidad, es tiempo de nuevas cosas, nuevos estilos.

Para desgracia de Ka-Boom estudio, la inconstancia de sus publicaciones (ej.:RBD), no habla muy bien de ellos.

Para desgracia de ellos, no hay mercado para la historieta, y a estas alturas combatir con el cómic y el manga es menos que un suicidio.

No creo que lleguen a mucho a estas altura.

He quitado los vínculos de los sitios de Karmatrón y la nota de la salida, por las actitudes censuradoras de su autor. Que borró un sitio de blogger, lo que tiene mi condena más enérgica.

Sin duda todo forma parte del mismo ciclo, se niegan a renovarse, toda vía viven en la dictadura priísta.