Cincuenta sombras de Grey (2015) La hipocresía del doble estándar de la mujer - Reseña y crítica de la película

Tomó una sola película para demostrar que la fantasía de toda mujer es ser y seguir siendo convertida en un objeto por un hombre... rico, guapo, alto, gurú del amor y el sexo, contrario a la idea feminista de que la mujer rechaza sentirse convertida en un mero objeto, oprimida y sometida a los deseos del hombre.

Fifty shades of Grey, es la historia de una mujer sometida por uno, surgida de la mente de una mujer en la creación de su propia fantasía en una Fanficción de Crepúsculo.

La violación, el abuso sexual, no es un problema si le sucede a un hombre y... si es hecho por una mujer, es una "experiencia" de autodescubrimiento, una iniciación.

Preocuparse de ser convertida en un pedazo de carne, un mero deseo de un hombre, tampoco lo es, si se cumple ciertos estándares y si se convierte en la fantasía de la típica mujer promedio que no cae en los 50-60-90 o que rayan en la Fat acceptance, movimiento que dice que las mujeres obesas se les consideran feas por un mero estándar social, víctimas al ser acosadas por su "genética" y no por su ingente necesidad de llevarse comida a la boca.

Es que busco al hombre que pula este diamante en bruto.

Ya que ser mujer es ser una "virgen eterna", cada relación una experiencia inevitable en la búsqueda del amante que la haga sentir esa sensación única que le arranque de las manos de los cerdos a los que alimenta sin mucho reparo, no es el sexo, no es la emoción, es ser llevada en helicóptero, ser atendida con opulencia y estatus, o como define cualquier profesionista que se precie a su pareja ideal (que vive en la soltería la mayor parte de su vida): la búsqueda de una relación a su "nivel".

El caballero blanco sin camiseta.

Me inquieta cómo en el corazón del feminismo profundo, en un país que pelea contra la opresiva basura masculina blanca, como es Estados Unidos, ver largas filas de señoras y adolescentes que suspiran ante la llegada del caballero blanco para salvar a la damisela en apuros, listo para llevarla en su corcel blanco, aunque la gran mayoría de ellas estén solteras o en relaciones fugaces.

Es un helicóptero blanco el simbolismo del corcel.

Ana Steele es la típica mujer de calle, virgen mental que espera a ser descubierta por el hombre ideal, pese a que ella no tenga nada que ofrecer en retribución, ni en belleza, ni en carácter o dinero, embriagada por un misterio y un encanto que pronto se pierde al ser introducirla por el Señor Grey en su espacio cotidiano. El misterioso multimillonario de pasado tormentoso y enigmático que sigue vinculado a sus padres... se vale soñar con el gurú del amor con un aspecto así de frágil.

Él va enseñármelo todo, yo solo debo aprender.

La experiencia erótica se mezcla con las otras preocupaciones que traicionan a la naturaleza femenina de este relato: lo excitante da paso a la fantasía de la estadía, la expectación de la rutina del amor convencional, sin reparar en que nada es eterno, la intensidad da paso a la monotonía, el bochorno de la excitación es fugaz y el tedio aparece demasiado rápido, cortándose el orgasmo preguntándole en su petulancia ¿Todavía me amas?

Nunca se ha tratado de sexo, es la idea de que la mujer puede tener todo solo por ser mujer.

Esto va a peor, es una adaptación de una novela que nació como una fanficción de Crepúsculo que cae en la suprema falacia femenina con los chicos "malos", dígase patanes que tanto frecuentan: El hombre y gurú es domado, en vez de convertirse en un recuerdo en el crecimiento de la protagonista -al caer víctima de su propia premisa al ya no tener nada que enseñar, tal y como se refleja en cintas como Emmanuelle (1974), en cambio se convierte en el amante perfecto y esposo leal e ideal que no le dejará jamás, sin contrastes, irónico al llamarse Grey (Gris), que es por definición una gama entre lo blanco y lo oscuro.

Las mujeres podrán hablar de opresión, pero en el fondo es una de sus fantasías.

Algunas feministas hablan de que esto es la suprema fantasía masculina; someter a las mujeres a sus deseos por dinero y sexo, otras afirma que es la hipocresía de la sociedad que acepta tan fácilmente esta clase de temas, no se repara en que es una fantasía femenina, una historia de las mujeres hecha para el consumo de las mujeres quienes viven en el doble estándar de la llamada igualdad femenina, de luchar contra los hombres que abren las piernas en el metro, hombres que ellas van demonizando pegándoles la etiqueta de la misoginia, un recurso fácil del Ad Hominen y el falso discurso.

Pornografía para "mamis", es la definición más acertada que feministas y críticos le han dado.
¿Qué hubiese pasado si esta hubiera sido escrita por un hombre? Valga la redundancia; nunca se habría siquiera estrenado, se le habría dado todas las calificaciones negativas habidas y por haber, pero como un negro llamado a otro "Negro", se acepta por el mero hecho de que es una mujer, si esto nunca se ha tratado de igualdad, únicamente de que la mujer puede ganar sin ningún compromiso a cambio, como Ana Steele y su fodonguez, tal vez el hombre perfecto exista - las feministas le llaman Ryan Gosling, pero de eso a que la tú promedio sea su tipo, hay mucho trecho.

El feminismo habla de glorificación de la violencia y el abuso, yo lo único que veo es la verdad bajo la hipocresía, al final del día una fantasía más y nadie puede ser criminalizado por un mero pensamiento, de cosas que una mujer ya no puede permitirse, de situaciones que cada vez serán más escasas en el mundo moderno y nos echaran a los hombres la culpa de ello, de eso pueden estar seguros.

Por lo demás es un bodrio que ni siquiera intenta retratar una situación real o analizar la psique de nadie, pornografía pura y no por su contenido sexual.

Calificación: 3.1/10