El fracaso de la reunión del G20 y del modelo norteamericano

Después de que Alemania y Japón se declararan en recesión, a sólo unos días de que se reunieran las 7 economías más grandes del planeta, más España, Holanda como "invitados" y el resto de países en vías de desarrollo, donde se incluye al sucesor natural de los Estados Unidos, China, las cosas no cambian y las economías de mundo siguen en su cerrazón de no construir un nuevo modelo económico, George W. Bush ha exigido al mundo compromisos de preservar los “principios del mercado, el libre comercio y los regímenes de inversión”.

De poco han servido las voces que pedían una regulación por el gobierno norteamericano de las estructuras económicas de libre comercio que son causantes de la crisis, desde el principio hasta el final de su gobierno, Bush muestra una total falta de quehacer político, siendo él mismo quien desinflara las expectativas de que la reunión del G20 traería cambios importantes a los sistemas económicos del mundo, mermados gravemente por la crisis hipotecaria norteamericana.

Las masivas perdidas de empleos a lo largo del mundo se irán acentuando, desangradas por la falta de regulación de los capitales especulativos y de malos manejos amparados por el libre comercio "autoregulado".

El ya casi ex-presidente Bush, negando la realidad afirmó ante la ONU:

“la crisis no fue un fracaso del libre mercado, y la respuesta no es reinventar ese sistema”

Haciendo más que evidente que será Obama y no Bush quien resuelva esta crisis, por desgracia para ambos la Norteamerica de los créditos fáciles ha terminado, definitivamente.