3-Gatsu no Lion (2016): Reseña y crítica de la serie animada

March Comes in like a Lion (Marzo llega como un león) Es uno de los animes de este tercer cuarto de año que llevo queriendo revisar, porque en un principio parecía ser más una historia normal de "una rebanada de la vida" y terminó siendo una serie bastante compleja y sobre el drama de encontrarse a sí mismo y tratando temas del existencialismo con los que uno se podría perfectamente identificar, desde luego no es una serie para adolescentes, porque toma unas perspectivas que son comprendidas por gentes más adultas.

La trama es por eso orientada al segmento seinen, en donde muchas mujeres que no se encasillan en el shojo puede crear verdaderas obras de arte, Chica Umino por ese mismo motivo ha logrado uno de los grandes éxitos de su vida con un manga que además espera por adaptarse al cine en dos películas con actores reales para 2017.

Trama
La historia nos habla de Rei Kiriyam, un chico de 17 años que regresa luego de un año de ausencia a la preparatoria, luego de centrarse enteramente en la carrera de ser un jugador profesional de Shogi (un juego japonés similar al ajedrez).

Rei significa Cero.

Rei vive solo y se ha separado de su familia adoptiva por complejas circunstancias y los dolorosos traumas adquiridos después de que su familia entera muriera en un accidente de tránsito, tenido desde entonces una personalidad apartada y dedicada a su propia supervivencia.

Rei se enfrenta con su padre adoptivo y le derrota.

Así, en una noche fría, es como acaba en el pueblo de Sangatsu-chou (Marzo), donde conoce a Akari, la mayor de las tres hermanas Kawamoto, cuya madre ha fallecido, haciéndose cargo de sus otras dos  hermanas; Hinata y Momo.

La familia que le motiva a regresar a la escuela.

Él viene de una familia adoptiva donde se vuelve el centro de la discordia entre un padre y su familia, nunca desarrolla amistades y en su primer oportunidad de aleja, dejando sin querer grietas profundas entre ellos, así que desde la muerte de su propia familia se ha mantenido en un diciembre emocional eterno.

Al final no ha ganado nada, porque no puede compartirlo con nadie.

Las Kawamoto le ayudan a encontrar una nueva ruta en la vida que le permiten avanzar en un nuevo rumbo hacia el marzo, donde el frio da paso al calor y no el proveniente de su depresivo pasado.

Calificación: 8.7/10

Crítica
No hay un harén, no hay una mudanza, ni relaciones nuevas inmediatas, no hay un lado completamente feliz de la historia, ni desesperanzador, es un manga sobre las reflexiones de una persona sola y los que le rodean, su camino entre diferentes aproximaciones de la vida y como avanza del pasado al futuro.

La trama se divide en tres, una historia gris y realista, que es su pasado y relaciones anteriores de Rei que incluyen relaciones abusivas, especialmente su extraña relación con su hermanastra Kyouko con quien tiene una relación autodestructiva de la que es codependiente y que da pie al inicio de la historia que está relacionado a su amante.

Shinji tenía el dilema del erizo, Rei se identifica con el cuclillo tejedor.

Luego una parte muy alegre y explosiva, casi rayando el Moe, el buenismo japonés, con las hermanas Kawamoto, que tiene una carga dramática bastante interesante, pero que no ocupan más que un tercio del relato.

La tercer parte del relato es sobre el mismo Shogi y parece que Chica hizo una investigación bastante serie sobre el tema y quizás es la pega más gran de la narración, porque si no eres japonés, es un poco aburrido, excepto cuando esto tiene una relación intrínseca con un aspecto de la vida de Rei.

Las reflexiones relacionadas al Shogi son por no decir informalmente geniales, nos habla mucho del carácter de la historia y la manera en que Rei ve la vida y la razón de que su padre adoptivo le haya preferido sobre sus propios hijos, que se quejaron de que un niño solo, que se dedicó por completo al Shogi, les haya desplazado, por su despiadada manera de seguir adelante, primero para complacer a su nueva familia, luego al entender que nunca sería aceptado, como lo único que le hacía valer como persona.

Vemos que constantemente es puesto a prueba con Kyouko, que trata de desanimarle y hacer que pierda, lo que no pasa y es parte de la obsesión autodestructiva que ella tiene por su hermanastro, incluso al punto de abusar sexualmente de él, lo que para Rei es desagradable por el tono, aunque se insinúa que ama a su hermana adoptiva.

Sin duda una de esas series que no harán de menos en verla, ahora que no tenemos nada de calidad digno de mención, ya estoy por empezar mi reseña de Berserker, que es otra de esas series que no dejé de lado y fue un error, porque Dragon Ball Super es una completa pérdida de tiempo.